Crean nanosatélite en Querétaro para el desarrollo de tecnología espacial

Querétaro, Qro.  K’oto (chapulín, en Otomí) es el proyecto del nanosatélite creado en Querétaro, con el objetivo de propiciar el desarrollo de tecnología nacional en el ramo espacial, para abatir los rezagos que prevalecen por la dependencia a la tecnología de importación y la migración de talentos mexicanos.  

La iniciativa la gestan académicos y universitarios, desde el Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz (LN-INGEA), de la Unidad de Alta Tecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México  (UNAM) Campus Juriquilla, en colaboración con  un equipo de entre 10 y 12 alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Instituto Tecnológico de Querétaro (ITQ),  Universidad Politécnica de Querétaro (UPQ), UNAM y Unitec.

La misión es tomar fotografías de baja y mediana resolución del territorio mexicano, para probar un sistema de cámaras, expuso el responsable técnico del proyecto K’oto, Rafael Chávez Moreno, quien explicó que el proyecto se encuentra en fase de desarrollo,  tras haber trabajado  a un menor ritmo a causa de la pandemia.

“El satélite cuenta con una misión: va a tomar fotografías  del territorio mexicano, pero vamos a estar probando como un demostrador de tecnología, significa que nuestros estudiantes van a desarrollar los sistemas, ellos lo van a construir, lo están diseñando, manufacturando, se va a probar y se van a lanzar, esto ayudará al desarrollo tecnológico, para desarrollar un proyecto de esta índole espacial (…)  Es un reto muy grande desarrollar este tipo de tecnología, hay que comenzar a desarrollarlo para atraer inversión y cambiar o incluir la parte aeroespacial  en la industria de Querétaro”, detalló.

También colabora el Instituto Tecnológico de Kyushu, en Japón, que se especializa a nivel mundial en desarrollar pruebas de certificación espacial y que en esa vertiente hará aportaciones al proyecto; además, mediante esta colaboración, se busca fortalecer las capacidades del LN-INGEA que tiene  competencias para hacer pruebas de pre certificación.

“Las certificaciones permiten que cuando se coloque el satélite en el estado -que pasará por varias etapas- al despegar sufrirá vibraciones y se debe asegurar que va a funcionar aún con esas vibraciones, que no se le va a zafar parte del sistema y que pueda comprometer la misión del cohete. Para esas pruebas, la  universidad japonesa tiene las instalaciones para hacerlo”, expuso.

El proyecto es multidisciplinar, contando con perfiles en mecánica para asegurar que el sistema vaya a funcionar, en el área electrónica se va a trabajar en el desarrollo de tarjetas electrónicas, además de sistemas embebidos, programación, telecomunicaciones, difusión, entre otras áreas.

Características

El nanosatélite se desarrolla bajo el estándar CubeSat, tiene forma de cubo, con dimensiones de 10 por 10 centímetros, con un peso no mayor a 1.3 kilogramos.

El artefacto cuenta con paneles desplegables. Se contempla que sea lanzado desde la Estación Espacial Internacional, a través del módulo Kibo de Japón, mediante la Agencia Espacial Japonesa.

“Para que digamos que un satélite está en órbita, tiene que superar al menos 100 kilómetros de altitud, la estación espacial es una buena forma de lograrlo porque está a 300 kilómetros de altitud. Lo que se estila es llevarlo de alguna forma, a través de un cohete hacia la estación espacial y desde ahí liberarlo, en este caso, en el proyecto estamos buscando no sólo servicios, sino tener esos socios tecnológicos”, detalló.

El tiempo de vida del nanosatélite es corto, oscilando de tres meses, hasta seis o nueve meses. El especialista agregó que representa una ventaja, debido a que no fomenta la basura espacial, al tener un tiempo de vida corto entra a la atmósfera y por el reingreso se desintegra.

Brecha tecnológica

El rezago del desarrollo tecnológico mexicano en el sector espacial, la brecha generacional de tecnología y la migración de talento nacional, son parte de los retos del sector a nivel nacional y que se busca atender a través de nanosatélite K´oto, expuso el académico al citar el Plan de Órbita 2.0 de la Agencia Espacial Mexicana.  

“Tenemos fuga de talentos, en México contamos con gente muy talentosa, pero se están yendo al extranjero, otro punto es que tenemos una brecha generacional de tecnología muy grande, eso orilla a que tengamos mucha dependencia tecnológica.

Este proyecto está enfocado en cumplir estos tres aspectos: formar a los recursos especializados del estado y del país a través de este tipo de proyectos, otro es desarrollar nuestra propia tecnología para no tener tan grande esta dependencia tecnológica y a su vez comenzar a reducir esta brecha tecnológica”, destacó.

En el proyecto se invierte 5.6 millones pesos a través del Programa estatal para el desarrollo de tecnología e innovación (Pedeti), que coordina la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu). 

En la convocatoria del 2019 de Pedeti se dispensaron 47.1 millones en 23 proyectos, uno de ellos es el nanosatélite.

El objetivo general del proyecto contempla fomentar la independencia tecnología del país y la formación de recursos humanos refirió el titular de Sedesu, Marco Antonio del Prete Tercero.

“El objetivo general es desarrollar un sistema de percepción remota, bajo el estándar internacional CubeSat, que permita  adquirir imágenes de baja a mediana resolución del territorio mexicano, contribuyendo al desarrollo tecnológico del país,  fomentando su independencia tecnológica, así como la formación de recursos humanos especializados en el área espacial”, destacó.

Inicialmente se estimó lanzar el nanosatélite durante 2020, pero ante el impacto de la pandemia de Covid-19, la fecha se ha pospuesto a mediados del 2021, refirió el secretario general de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Gerardo  Ruiz Solorio.

“No hay forma de moverse internacionalmente y lo que tenemos previsto es que se lance a mediados del próximo año. Esperamos que sea lo más pronto que se pueda, dependerá de cómo se comporte la pandemia”, refirió.

En los últimos cinco años -agregó Gerardo Ruiz- la industria aeroespacial se ha desarrollado con un dinamismo sin precedentes, con un crecimiento sostenido de 14 por ciento; en este contexto, prevalece una tendencia a transitar de la manufactura a la investigación y desarrollo. 

kg



Fuente de la Noticia

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