El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha expresado su firme crítica hacia la reciente decisión de Panamá de instalar alambres de púas en la selva del Darién como medida para frenar el paso de migrantes, principalmente venezolanos. En declaraciones públicas, Petro argumentó que esta medida solo aumentará el riesgo de tragedias humanas, refiriéndose específicamente a posibles ahogamientos en el mar.
La polémica surgió tras la implementación de la política por parte de Panamá, apoyada por Estados Unidos, para contener el flujo migratorio en sus fronteras. Ernesto Samper, expresidente de Colombia, también se sumó a las críticas, advirtiendo que estas acciones podrían empujar a los migrantes a buscar rutas más peligrosas, poniendo en peligro sus vidas.
La postura de Petro se fortaleció luego de una reunión bilateral con el presidente José Raúl Mulino de Panamá el 1 de julio, donde discutieron la complejidad de la migración en las zonas fronterizas entre Antioquia, Chocó y Panamá. En respuesta a las críticas, la Cancillería de Colombia está elaborando un plan integral para abordar esta situación, buscando alternativas que no pongan en riesgo la seguridad y la vida de los migrantes.
Este debate ha resaltado la necesidad urgente de encontrar soluciones humanitarias y colaborativas para gestionar el flujo migratorio en la región, haciendo énfasis en la importancia de eliminar bloqueos económicos y mejorar las condiciones económicas en los países afectados.