Para favorecer las exportaciones con valor agregado, en el marco de la primera etapa, se propone la eliminación de derechos a las exportaciones industriales con valor agregado y un incremento en los reintegros a las exportaciones.
La entidad que representa a empresarios del sector pretende que los reintegros retornen a los niveles establecidos en el Decreto 294/2017, luego modificados en 2018. Dicha norma establecía un reintegro del 5,8% sobre el total de las exportaciones para las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) y del 3% para las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA).
Paralelamente, el informe deja un reclamo para que se solucionen cuestiones administrativas y burocráticas como las demoras en aduana, que encarecen los costos de almacenamiento, y la operatoria en el MULC.
En cuanto a la segunda etapa, la UIA plantea la necesidad de fortalecer la capacitación a las empresas para que adquieran nuevos conocimientos y herramientas para mejorar la competitividad e incrementar los incentivos para incorporar normas técnicas, protocolos de calidad y diseños innovadores.
También pregona por negociaciones inteligentes para ganar mercados, tanto en el marco de Mercosur como en otras partes del planeta, y propone la conformación de consorcios de pymes que trabajen el mismo producto, o por región, “para que puedan acceder con mayor facilidad a los mercados exportadores, compartiendo el ‘know how’, con más flexibilidad y reduciendo costos”.
Por otra parte, pide atacar deficiencias estructurales como el transporte y la logística, que encarecen los costos de las exportaciones. En ese sentido, una de las medidas que se pone sobre la mesa es el aumento del dragado de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
En esta etapa de virtualización de muchas actividades, y frente a la aceleración del desarrollo de la “Industria 4.0” en el mundo, la institución presidida por Miguel Acevedo también elevó algunas consideraciones en materia tecnológica con el objetivo de reducir la brecha de productividad con países más desarrollados e imprimirle un diferencial a la producción local.
«Las empresas que no estén en condiciones de adaptarse al nuevo contexto perderán oportunidades de negocio», sentenciaron.
Para la primera etapa de la recuperación, la UIA destaca el avance en la Ley del Conocimiento, que propone la creación de un régimen de promoción para empresas asociadas a la digitalización de la información y la producción de servicios basados en el conocimiento. Sin embargo, agrega que debe contemplarse “la estabilidad fiscal por 10 años y el beneficio de tomar como pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias locales los montos retenidos por exportaciones en el país de destino”.
Mientras tanto, resalta la necesidad de darle incentivos a las empresas para adquirir tecnologías que faciliten el comercio electrónico o el teletrabajo, desarrollar proveedores, e invertir en infraestructura, mediante medidas como la incorporación de conectividad 5G.
Respecto a la segunda etapa, se propone una ley que regule el teletrabajo pero que sea “compatible con los distintos esquemas de organización del trabajo” y en un marco de “previsibilidad y seguridad jurídica”.
Nuevamente, hace énfasis en la capacitación del capital humano y en incentivos para la contratación de empleo y en materia fiscal. Dentro de estos últimos puntos se destacan propuestas como planes de actualización y formación de docentes técnico-profesionales en articulación con empresas o la promoción de carreras STEM (vinculadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas).
Desde la UIA señalaron que los lineamientos generales del documento fueron anticipados a funcionarios del Gobierno nacional en las semanas previas y que la idea es presentar estas propuestas como parte de la agenda de vinculación en el diálogo post pandemia.
«Argentina cuenta con el tercer entramado industrial de América Latina y con mucho potencial para avanzar en su desarrollo. Los recursos naturales en agro, energía y minerales, la calificación de los trabajadores, las capacidades científicas y del sector de servicios basados en el conocimiento son algunos de los activos de los que el país dispone para encarar esta nueva etapa», destacó la entidad.