La CAR Cundinamarca pidió a sus funcionarios y contratistas que desde ahora deberán medir y compensar su huella de carbono.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha asumido un compromiso sólido y determinado hacia la sostenibilidad ambiental en Colombia.
En este contexto, la entidad ha iniciado una trascendental iniciativa destinada a reducir significativamente la huella de carbono en la región.
En el marco de esta iniciativa, la CAR convoca a sus funcionarios y contratistas a participar activamente, instándolos a medir y adoptar medidas concretas de compensación ambiental.
Este enfoque proactivo responde directamente a la visión y liderazgo del director de la entidad, Alfred Ballesteros.
Compensar huella de carbono pide CAR Cundinamarca
El director de la Corporación destaca la necesidad de una acción tanto individual como colectiva para enfrentar los desafíos ambientales.
Igualmente, Ballesteros enfatiza la vital importancia de la cultura y educación ambiental como pilares esenciales para preservar el planeta. Destaca el deseo de la CAR de ser un referente nacional.
A partir del 2 de enero de 2024, se estableció como requisito crucial que todos los empleados de la institución deben integrar la medición y compensación de su huella de carbono.
Esta acción se convierte en una parte integral y fundamental de su contribución a la misión ambiental de la entidad.
Marcando un hito significativo en el compromiso hacia la sostenibilidad y el liderazgo educativo en la preservación del medio ambiente.
Como acción complementaria, el director de la CAR revela que los visitantes de los seis parques ecoturísticos bajo su jurisdicción están involucrados.
Estos parques están estratégicamente ubicados en la sabana central de Cundinamarca y el departamento de Boyacá. Se trata del Embalse del Neusa, Río Neusa, Puente Sopó, Laguna del Cacique Guatavita, Embalse El Hato y Juan Pablo II, que se convierten en un foco importante.
Por ello, se hace un llamado a los visitantes para medir su huella de carbono, compensarla y comprometerse activamente en su reducción.
Esta iniciativa demuestra el compromiso integral de la CAR en fomentar prácticas sostenibles no solo entre su personal, sino también entre aquellos que disfrutan de la riqueza natural de estos parajes.
Esta iniciativa ya ha sido implementada con éxito en el Embalse del Neusa, marcando un precedente para la gestión ambiental consciente.
Como parte de esta medida, se animará a los visitantes a participar en la plantación de árboles antes de abandonar el parque, para contrarrestar la huella de carbono generada durante su estancia.
Mediante una avanzada calculadora virtual
La medición se llevará a cabo mediante una avanzada calculadora virtual que tendrá en cuenta diversas variables, desde el tipo de transporte utilizado hasta los elementos consumidos durante la visita.
La entidad se compromete a proporcionar los árboles necesarios, y en las próximas semanas se implementará la misma estrategia en otros cinco parques ecoturísticos bajo la administración de la CAR.
Ballesteros recalca que la huella de carbono está intrínsecamente ligada a nuestras actividades diarias, desde la movilización hasta el consumo, y es crucial comprender y mitigar su impacto en el medio ambiente.
Dijo que, la siembra de un solo árbol a lo largo de la vida no es suficiente; se necesita un esfuerzo continuo de siembra para compensar el daño ocasionado al planeta.
El mensaje del director de la Corporación es claro: el cuidado de la vida y del ambiente es una responsabilidad compartida por todos. Esta nueva medida se suma a la prohibición de ingreso de plásticos de un solo uso en los parques ecoturísticos.
Otra estrategia proactiva de la entidad para reducir el impacto ambiental causado por este material y promover prácticas más sostenibles en el manejo de residuos.
Cabe destacar que la CAR Cundinamarca anunció la realización de obras en el Embalse del Neusa y una estrategia para sembrar cinco millones de árboles.
El director de la CAR marcó el inicio de su gestión con este proyecto visionario para revitalizar el Embalse del Neusa.
Este importante ecosistema, con setenta años de historia, enfrenta urgentes problemas como la sedimentación y la invasión de la planta acuática elodea.
Por esta razón se requieren acciones inmediatas para garantizar la sostenibilidad y disponibilidad de sus aguas.
La visita de Ballesteros al cuerpo de agua, estuvo marcada por la exposición de la necesidad de realizar una exhaustiva evaluación ambiental y la propuesta de un proyecto integral de recuperación.
