Darío Gómez hizo de la música su vida y su vida fue la música.
El denominado “Rey del despecho” tuvo un ascenso meteórico en la industria musical que pocos conocen: para 1977 ya era director creativo de Codiscos y en 1989 obtuvo la fama total con Nadie es eterno y en 1992 construyó la marca con la que pasó a la historia de la música popular: El rey del despecho.
Y sí, por algo lo llamaban “El rey del despecho”, pues su trágica vida inspiró sus grandes éxitos.