En los barrios que hacen parte de la localidad 3 de Santa Marta, sus habitantes le tienen más miedo al dengue que al coronavirus.
Dicen que mientras el covid-19 acaba con la vida de los ancianos, el mosquito mata a menores y adulto por igual.
La Secretaría de Salud Distrital tiene referenciada a esta zona, como la mayor afectada por la presencia del mosquito Aedes Agyptis. El 48 por ciento de casos la semana 30, fueron en los barrios Las Paz (24); El Rodadero(17); Cristo Rey (12) y Gaira (6).
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Pero la cantidad de enfermos por la picadura del vector, podría ser mucho más alta al que aparece en las estadísticas oficiales.
De acuerdo a lo que expresan moradores La Paz y Cristo Rey, en los últimos meses, personas de todas las edades, presentaron fiebres altas, dolor corporal y debilidad. Sin embargo, sus familias no notificaron a la EPS y por precaución decidieron atenderles en casas para evitar contraer el covid-19.
“En varias ocasiones cuando alguien sufría de fiebres altas, creímos que era coronavirus, pero algunos diagnósticos arrojaron que se trataba de dengue”, manifestó Rafael Urueta, presidente de la Junta de Acción Comunal de Cristo Rey.
En el mes de marzo cuando apenas se comenzaba a hablar de covid-19 en Santa Marta, en este populoso barrio se presentó el deceso de una niña de ocho años por la picadura del mosquito.
Otros menores han mostrado quebrantos de salud, que igualmente prendieron las alarmas en el sector; afortunadamente lograron recuperarse con tratamientos caseros.
Daneivis Pinzón, dijo que después de una tarde o noche de lluvias es imposible dormir por la proliferación de la plaga. “Si nos descuidamos amanecemos todos llenos de picaduras”, comenta.
Curiosamente en este barrio estamos más expuestos a enfermarnos en casa que afuera.
Para esta comunidad, lo más grave de padecer en estos momentos por los efectos del Aedes Agyptis, es la dificultad de recibir atención en una clínica y el alto riesgo de adquirir además el covid-19.
Daniel Vásquez, otro residente de Cristo Rey, que durante 12 días permaneció en cama con fuertes quebrantos físicos, expresó que nunca supo con exactitud que, era lo que lo afectaba porque no acudió al médico, pero está más convencido que tuvo un cuadro dengue y no del otro virus.
Habitantes de La Paz y Cristo Rey, presentaron fiebres altas, dolor corporal y debilidad.
“Curiosamente en este barrio estamos más expuestos a enfermarnos en casa que afuera. Yo particularmente salgo poco porque dependo del trabajo de mis hijos, aún así me enfermé y sufrí mucho por los síntomas”, sostuvo.
A otra de las habitantes que le tocó vivir una incertidumbre por culpa del dengue, fue a Jennifer Rodríguez, madre de José Miguel Londoño, un joven de 17 años que presentó fiebres de 40 grados.
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Debido a su estado de salud, el adolescente, fue llevado a la clínica de El Prado, donde a través exámenes de sangre, los médicos confirmaron que tenía dengue grave.
“Estuvo internado en UCI y nos asustó a todos, gracias a Dios pudo recuperarse y está en perfecto estado”, recuerda Jennifer Rodríguez.
Los barrios La Paz y Cristo Rey carecen de alcantarillado y del servicio de agua potable. Sus moradores que como mecanismo de drenaje utilizan fosas sépticas, deben almacenar el recurso hídrico en recipientes, que se convierten en criaderos del mosquito transmisor del dengue.
La Secretaría de Salud, periódicamente realiza campañas informativas para que la gente aprenda a evitar la proliferación de zancudos y programa periódicamente fumigaciones.
El jefe de esta cartera, Henrique Toscano explicó que es necesario que cada familia extreme las medidas como no dejar muchos días el agua estancada en tanques, usar repelentes y procurar dormir con la piel lo menos expuesta posible.
“Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad. Estos recipientes deben ser eliminados, en caso que se requieran debe evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta o vaciándolos permanentemente”, agregó el funcionario quien advirtió a los samarios, sobre la necesidad de acudir a un centro asistencial en caso de sufrir síntomas fuertes por esta o cualquier otra enfermedad.
Roger Urieles
Para EL TIEMPO Santa Marta
@rogeruv