Desde el pasado lunes 9 de enero, en la vía Panamericana que conecta desde la frontera con Ecuador hasta el centro del país, específicamente en la ruta que conecta los municipios de Popayán y Pasto se presentó cierre por derrumbe de gran magnitud en el kilómetro 75. Hoy, este cierre que ya completa cuatro días y que continúa siendo atendido por las autoridades ya muestra los primeros impactos en la economía regional e incluso Nacional.
Según Fedetrascarga, este hecho que ha incomunicado una parte del país podrá generar además desabastecimiento, imposibilidad de salida de productos y retraso en las actividades de comercio exterior (Importación y exportación.) “El derrumbe sobre la vía afecta directamente la movilización de mercancías hacia el sur del país: Nariño (Chachagüí, Pasto, Ipiales, Rumichaca)”, remarca la Federación.
Según cita el gremio, con base en reportes de la RNDC desde allí los productos que más se movilizaron por la zona durante ese periodo fueron maíz (1,62 millones de toneladas), azúcar (2,38 millones de toneladas); trigo (2 millones de toneladas); gasóleo (1,60 millones de galones); aceite de soya (814.357 de galones) y combustible (1,91 millones de galones).
“Si bien las cifras reportadas por el Registro Nacional de Carga son mínimas comparadas con la necesidad de la zona, es necesario determinar que los alimentos por excepción no requieren ser movilizados con manifiesto de carga cuando una transportadora no es intermediaria”, puntualiza.
Además de estos productos, se movilizan aproximadamente 364.000 litros de leche diarios.
Si bien, se ha habilitado una ruta alterna (La Depresión – La Sierra Rosas), el sector camionero asegura que es muy riesgosa esta vía y la leche y otros alimentos no pueden ser transportados en esas condiciones por “el trampolín de la muerte”, como se denomina a la ruta Pasto – Mocoa – Popayán, a causa de la peligrosidad de este corredor que conecta al sur del país con la cordillera de los Andes. Además del riesgo, los trasportadores destacan el alto costo en los fletes.
“Los fletes previos a la emergencia para vehículos rígidos de dos ejes, con capacidad de carga de máximo 10 toneladas de Bogotá a Pasto estaban determinados en un promedio de $2’300.000 pesos en la ruta por Mocoa, hoy esta misma ruta tiene un costo en flete de $4’000.000 de pesos, de igual manera la ruta Ipiales – Cali para la misma configuración vehicular previo a la emergencia tenía un flete de $1´200.000 pesos, hoy se están pagando hasta $5’300.000 pesos”, manifiestan.
Vía Panamericana.
Para el experto Jairo Espejo, miembro de la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem), que respalda la premisa de Fedetrascarga, arreglar la vía principal tomaría hasta seis meses “primero estableces por dónde, si hay una hay que ajustarla al tránsito pesado y liviano, si es nueva tomaría más tiempo mientras se estudia por donde, se hace la construcción y en este último caso más de un año”, por eso es esencial tomar cartas en el asunto y arreglar prontamente la vía alterna, ya que de no hacerse, serán significativos los impactos económicos binacionales.
En el caso de Jose Stalin Rojas, director Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional, incluso podría tomar años estas reparaciones.
“Desafortunadamente este es un problema histórico. Al ser la Vía Panamericana de responsabilidad del Gobierno Nacional, hay un descuido institucional. También hay que agregar que los Gobiernos Regionales (Departamental y Local- Gobernación de Cauca-Nariño y Municipios) les ha faltado fuerza política para este problema”.
Por el momento, las afectaciones tocan a los hogares de Nariño y Cauca por el rompimiento de cadenas productivas sobre todo del sector lácteo y de los productos agropecuarios.
Al respecto, la Aeronáutica Civil dio aval para efectuar vuelos adicionales, vuelos chárter para atender la contingencia para facilitar el transporte de pasajeros, correo y carga por vía aérea.
Entre los acogidos están Easy Fly activó un puente aéreo que conecta a Cali – Pasto – Cali y Cali – Tumaco – Cali además ofrece una oferta de más de 8 vuelos diarios. Latam por su parte aseguró que mantendrá sus tarifas máximas de hasta $799.000 (precio final) para dicha ruta, además podrán hacer cambio fecha y vuelo, sin multa, sujeto a disponibilidad de cabina. Satena anunció además, que incrementará sus frecuencias semanales.
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