Desaceleración económica exige mejor ejecución en el presupuesto | Economía

El 2023 quedará marcado en la historia como uno de los años con la ejecución presupuestal más baja de los últimos 20 años, sin contar la pandemia, y el período de la última década en la que se destinaron los montos más pequeños para inversión; pese a que los expertos advierten desde hace mucho tiempo que hay que poner a andar la economía.

(Vea: Ejecución presupuestal del 2023 no logró llegar al 100%: ¿cuánto entró a la economía?). 

Si bien se necesitan recursos para poner en marcha los motores productivos, para frenar la desaceleración y evitar que repunten, por ejemplo, la informalidad laboral; la realidad que mostró esta semana el Ministerio de Hacienda dista totalmente del “deber ser”, ya que quedaron muchos recursos pendientes por utilizar en las arcas públicas.

De los $423,2 billones que se tenían proyectados para apropiaciones del 2023, el reporte oficial da cuenta de que se comprometieron $405,6 (95,9%), de los cuales se obligaron a gasto $370,7 billones (87,6%) y se pagaron $369,6 billones (87,3%).

Esto quiere decir que de la plata que se tenía pensada usar para el período ya mencionado, desde el Gobierno Nacional sólo entraron a la economía el 87,3%, que se traduce en cerca de $370 billones, mientras que los $52,5 billones restantes se quedaron quietos. Esta cifra equivale a más del doble de lo que se recaudó en la reforma tributaria del 2022.

(Vea: A cuánto ascienden las nóminas de los funcionarios públicos, entidad por entidad). 

Ante esto, expertos como el exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, señalan que es una realidad preocupante, ya que el país en este momento exige una inyección de capital desde el sector oficial que ayude a subsanar la caída en inversión privada que se aprecia desde hace meses en los reportes oficiales del Dane.

“Es importante decir que hay, y ha habido, una preocupación a lo largo del 2023 frente a que el nivel de ejecución del Gobierno Nacional está siendo muy débil, al punto que es la peor ejecución global de presupuesto de los últimos, por lo menos, 20 años. Dicho de otra manera, realmente se ha obligado solamente $370 billones de los $423 billones aprobados”, explicó.

Si se tiene en cuenta que desde noviembre el Comité Autónomo de Regla Fiscal había dicho que la ejecución presupuestal iba en ese momento en el 85,7% ($362,7 billones); los avances en el cierre de año fueron muy pequeños, lo cual preocupa si se tiene en cuenta que el rubro con mayor porcentaje de compromisos era el de servicio de la deuda (93%), seguido de funcionamiento (85%).

Esto tiene un efecto importante en sectores como ambiente, vivienda, comercio, deporte, ciencia y tecnología, que son sectores que tienen un muy bajo nivel de ejecución. La preocupación de fondo es que de todas maneras el recaudo sí se dio y por lo tanto se recogieron recursos que bien pudieran haber contribuido al crecimiento de la economía que no se utilizaron”, dijo Restrepo.

(Vea: Los efectos negativos de la baja ejecución del presupuesto en 2023). 

El Rector de la Universidad EIA agregó que no hay que pasar por alto que “el motor de crecimiento que se podría lograr con la inversión pública, pues no se está dando y eso tiene un impacto importante de cara a un momento en donde se necesita reactivar la economía y este es un instrumento de reactivación económica”.

En todo esto también hay que tener presente que además de las partidas antes mencionadas, en 2023 estaba en ejecución el rezago presupuestal constituido al cierre de la vigencia 2022 ($28,3 billones). 

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Se trata de asignaciones comprometidas y obligadas, constituidas como reservas presupuestales y cuentas por pagar al cierre de la vigencia 2022, que deben completar su ciclo presupuestal y por tanto ser pagadas en 2023. De este monto se han pagado $27,6 billones (97,4%).

Otro punto a tener en cuenta entre las alertas tiene que ver con que apenas el 19,7% del Presupuesto General de la Nación se destinó a inversión.

Esto son un poco más de $83 billones, mientras que el 18,5% ($78 billones) se utilizaron para el pago de deudas y el 61,8% ($261 billones)
se fueron a gastos de funcionamiento.

Para el asesor financiero Andrés Moreno Jaramillo, hay que tener presente que “el Estado mueve contratación con sus recursos, esto son empleos directos, empleos indirectos y es muy importante que un gobierno que quiera cumplir con las promesas, ejecute”.

Por último, no hay que olvidar que el presupuesto del 2024 entra recortado por decisiones judiciales.

(Vea: Paso a paso para hacer un buen presupuesto para los regalos de Navidad). 

DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Periodista Portafolio 

Fuente de la Noticia

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