En un nuevo estudio, un equipo de investigadores con sede en Leipzig, incluidos científicos del Centro Helmholtz para la Investigación Ambiental (UFZ), la Universidad de Leipzig (UL), el MPI para Antropología Evolutiva (MPI EVA) y el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad (iDiv ) utilizaron datos longitudinales de la cohorte LINA (estilo de vida y factores ambientales y su influencia en el riesgo de alergia del recién nacido) para evaluar 373 parejas alemanas de madre e hijo, desde el embarazo hasta los 10 años de edad.
Se pidió a las madres que rellenaran tres cuestionarios validados para evaluar sus niveles de estrés y los problemas de comportamiento de sus hijos. Primero, los investigadores evaluaron qué factores sociales y ambientales estaban relacionados con un aumento en los niveles de estrés materno durante el embarazo y las consecuencias a largo plazo del estrés materno en la aparición de problemas de comportamiento infantil. En segundo lugar, los investigadores evaluaron si la presencia de hermanos tenía un efecto positivo en la aparición de problemas de conducta infantil, al reducir directamente los niveles de estrés y aumentar el bienestar psicológico de los niños, o al amortiguar indirectamente las consecuencias negativas del estrés materno.
El estrés prenatal puede causar problemas de conducta en el niño
Los resultados del estudio demostraron que los estresores socioambientales, como la falta de suficientes áreas sociales en el vecindario, estaban claramente relacionados con un aumento en los niveles de estrés materno durante el embarazo. Además, las madres que habían experimentado altos niveles de estrés, como preocupaciones, pérdida de alegría o tensión, durante el embarazo también eran más propensas a informar sobre la aparición de problemas de comportamiento cuando sus hijos tenían 7, 8 o 10 años. «Estos resultados confirman los hallazgos previos sobre el impacto negativo que incluso las formas leves de estrés prenatal pueden tener en el comportamiento del niño, incluso después de varios años, y resaltan la importancia de las políticas de intervención temprana que aumentan el bienestar materno y reducen los riesgos de estrés materno ya durante el embarazo. ”, explica Federica Amici (UL, MPI-EVA), una de las investigadoras involucradas en el proyecto.
En una nota más positiva, el estudio también encontró una menor incidencia de problemas de comportamiento en niños con hermanos mayores. «Los niños que tienen hermanos o hermanas mayores en sus hogares tienen menos probabilidades de desarrollar problemas, lo que sugiere que los hermanos son cruciales para promover un desarrollo infantil saludable», explica Gunda Herberth (UFZ), coordinadora del estudio LINA.
¿Mayor competencia social gracias a los hermanos mayores?
Este estudio sugiere además que la presencia de hermanos mayores redujo directamente la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento, pero no moduló los efectos negativos del estrés materno en el comportamiento del niño. ¿Cómo podrían los hermanos mayores reducir la aparición de problemas de conducta en los niños? Al interactuar con sus hermanos mayores, los niños pueden desarrollar mejores habilidades emocionales, de toma de perspectiva y de resolución de problemas, que están vinculadas a una mayor competencia social y comprensión emocional. Además, la presencia de hermanos mayores puede brindar oportunidades de aprendizaje para los padres, quienes podrían desarrollar expectativas diferentes y mejores habilidades parentales.
«Nos impresionó especialmente el importante papel que parecen desempeñar los hermanos para un desarrollo infantil saludable», concluye Anja Widdig (UL, MPI-EVA, iDiv). «Esperamos que nuestros hallazgos llamen la atención sobre la importancia de las políticas de salud pública que se dirijan directamente a los niños y sus hermanos, y promuevan un entorno saludable para su bienestar y el desarrollo de relaciones entre hermanos de alta calidad».
