Tener Internet en casa abre un sinfín de posibilidades. Ya sea que busques divertirte, trabajar o estar en contacto con amigos, este servicio lo hace posible. Así, hoy en día las compañías ofrecen diferentes opciones de Internet residencial que se adaptan a ti.
Gracias a esto hay una gran variedad de conexiones disponibles. ¿No estás seguro de cuál escoger? ¡No te preocupes! Aquí te contamos los básicos sobre los tipos de Internet residencial que puedes adquirir. Además, te compartimos algunos tips al contratar tu servicio.
¡Sigue leyendo para conocer más!
¿Cuáles son los tipos de conexión a Internet para el hogar?
Cable coaxial
Seguro has escuchado el servicio de “televisión por cable”. Quizá te resulte familiar y es que justamente se está hablando de este tipo de conexión. El cable coaxial está formado por dos conductores. Uno de ellos es un hilo de cobre el cual se encarga de transferir la información.
Para evitar las interferencias, estos conductores están cubiertos por capas aislantes. De esta manera quedan protegidos ante elementos como la humedad. Así, dentro de sus ventajas está el ser bastante resistente y su capacidad para transmitir señales.
Fibra óptica
Éste es otro tipo de conexión que se ha popularizado en la actualidad. A diferencia del cable coaxial, la fibra óptica transfiere la señal mediante pulsos de luz. Así, funciona a través de unos hilos muy delgados hechos de plástico o vidrio.
Gracias a su conexión de banda ancha, la fibra óptica alcanza grandes velocidades. Esto hace que puedas realizar descargas, conectarte o navegar por Internet mucho más rápido. ¡Y eso no es todo! Podrás utilizar distintos dispositivos sin perder la señal.
ADSL
Su nombre proviene del inglés Asymmetric Digital Subscriber List o bien, “Línea de Abonado Digital Asimétrica”. Esta conexión de banda ancha funciona mediante tres canales de transmisión. Uno envía los datos, mientras que el otro se encarga de recibir la información.
Por su parte, el tercero corresponde a la línea telefónica. ¡Descuida! Que esto no afecta a tu servicio ya que trabajan de manera independiente. Podrás realizar llamadas mientras navegas por Internet sin interferencias.
Satélite
Este tipo de conexión es una alternativa cuando no se puede ocupar la fibra óptica o cable. Para conectarse es necesario instalar una antena parabólica fuera de tu hogar. Ésta servirá de intermediaria para recibir y transmitir señales desde el satélite hasta tu módem.
Su método de transmisión lo hace ideal para cubrir grandes distancias. Sobre todo en zonas donde tener Internet resultaría difícil de otra manera. Además, su instalación es bastante rápida y permite la red de banda ancha. ¡Así navegas más rápido!
Consejos para contratar un plan de Internet
Entonces ¿cuál es la mejor opción de Internet para casa? La respuesta va a depender en torno a los requerimientos de tu hogar. Para ayudarte a escoger, te dejamos algunos aspectos que puedes tomar en cuenta:
1. Define cuántos megabits necesitas
La velocidad de tu Internet depende de cuánta información se transmite por segundo. Ahí es donde entran los megabits (Mbps). Si estudias o trabajas en casa, lo mejor es optar por un Internet de alta velocidad.
2. Conoce la cobertura que ofrecen
Consulta con la compañía si tu ubicación es óptima para instalar los servicios. Algunas empresas incluso cuentan con mapas de cobertura en sus sitios web. Desde ahí puedes revisar el tipo de conexiones que ofrecen y las zonas que abarcan.
3. Revisa las tarifas y costos
Esto incluye preguntar si hay un pago extra por instalación o dar de alta el servicio. Así sabrás exactamente lo que está incluido tu factura. Lo más importante es que se ajuste a tu presupuesto.
Con tantas opciones de Internet residencial, encontrar la alternativa ideal para ti es posible. Por eso, no olvides tomar en cuenta estos consejos al contratar tu plan. ¿Tienes algún otro tip? ¡Compártelo con nosotros en los comentarios!