Descubrimiento de la inmunodeficiencia combinada de aparición tardía en el síndrome de deleción del cromosoma 18q

El síndrome de deleción del cromosoma 18q (18q del) es un trastorno genético poco frecuente que afecta aproximadamente a 1 de cada 40.000 a 55.000 personas y que se debe a la eliminación de material genético en el brazo largo del cromosoma 18. Esta anomalía genética altera el crecimiento y el desarrollo normales y, lo que es más grave, puede afectar al funcionamiento del sistema inmunitario. Los pacientes con síndrome de deleción del cromosoma 18q suelen presentar una inmunodeficiencia humoral o un fenotipo similar a la inmunodeficiencia variable común (IDCV), que se caracteriza por niveles bajos de inmunoglobulinas (anticuerpos) en la sangre, lo que compromete la capacidad del organismo para combatir eficazmente las infecciones.

Ahora, sin embargo, en un estudio publicado recientemente en la revista Revista de inmunología clínicaInvestigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (TMDU) y la Universidad de Kagoshima han identificado una manifestación no documentada previamente entre pacientes con síndrome de 18q del: inmunodeficiencia combinada de aparición tardía (LOCID), que afecta tanto a las células B como a las T. Este novedoso hallazgo subraya la importancia crítica de evaluar de forma rutinaria la funcionalidad de las células B y T en individuos con síndrome de 18q del.

Al profundizar más en este novedoso hallazgo, el profesor Kanegane dice: «En este estudio, nos encontramos con dos pacientes con síndrome del cromosoma 18q que presentaban LOCID, lo que, hasta donde sabemos, aún no se ha informado en pacientes con el síndrome».

El paciente 1 era un hombre de 29 años diagnosticado con síndrome de deleción 18q. A pesar de haber tenido inicialmente pocas infecciones, desarrolló neumonía por Pneumocystis (PCP). El análisis de hibridación genómica comparativa (CGH) basado en arrays mostró una deleción en la región cromosómica 18q21.32-q22.3.

La paciente 2 era una mujer de 48 años a la que no se le había diagnosticado previamente síndrome de deleción 18q. Sin embargo, se le diagnosticó linfadenitis granulomatosa y una biopsia de sus ganglios linfáticos reveló una pérdida de 18q21.33-qter.

Ambos pacientes presentaron hipogammaglobulinemia, caracterizada por niveles anormalmente bajos de inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM e IgE). Los niveles séricos de inmunoglobulina del paciente 1 estaban significativamente por debajo de los rangos normales. Informó IgG de 188 mg/dl (normal: 870-1.700 mg/dl), IgA de 105 mg/dl (normal: 110-410 mg/dl), IgM de 26 mg/dl (normal: 33-190 mg/dl) y la IgE de las células T + tenía un porcentaje disminuido de células T vírgenes, que representaban solo el 3,58% del total de CD3+CD4+ población celular. Además, sus niveles de círculos de escisión del receptor de células T (TREC) y los niveles de círculo de escisión de recombinación con eliminación de Ig κ (KREC) fueron extremadamente bajos, 25,27 copias/105 células (normal: > 565 copias/105 células) y 93,36 copias/105 células (normal: ≥ 456 copias/105 células) respectivamente, lo que indica una producción deficiente de células T.

Se observaron condiciones similares en el paciente 2, que informó IgG de 8 mg/dl, IgA de 9 mg/dl, IgM de 131 mg/dl e IgE de 0,3 UI/ml. Su recuento de CD4+ Células T y CD4 ingenuos+ Las células T se agotaron y las células T vírgenes representaban solo el 6 % del CD3.+CD4+ Población celular. Sus niveles de TREC eran 0 copias/105 células y sus niveles de KREC fueron 11,4 copias/105 células.

Es importante destacar que CD4+ y CD8+ Las células T no se dividieron en respuesta a la estimulación con fitohemaglutinina (PHA), lo que indica un deterioro funcional grave de las células T en ambos pacientes.

Con base en sus perfiles inmunes y su historial clínico, a ambos se les diagnosticó LOCID, una condición en la que tanto la respuesta inmune humoral (mediada por anticuerpos) como la mediada por células estaban deterioradas, lo que los hacía altamente susceptibles a las infecciones.

Este nuevo hallazgo es significativo, ya que el Dr. Tomomasa, coautor de este estudio, afirma: «Si bien ya se han informado casos que implican la eliminación de la misma región que los de los dos pacientes presentados en este estudio, nunca se ha informado de pacientes con síndrome de deleción 18q que desarrollen LOCID. Especulamos que estos pacientes simplemente aún no han desarrollado LOCID o que tal vez no hayan sido evaluados adecuadamente para detectarlo».

Sobre la base de estos resultados, los investigadores recomiendan realizar pruebas anuales de inmunidad celular y humoral en pacientes con síndrome de deleción 18q. Este enfoque proactivo puede permitir la detección temprana de deficiencias inmunitarias combinadas, lo que facilita intervenciones oportunas y estrategias de tratamiento personalizadas. En última instancia, este seguimiento regular puede mejorar significativamente los resultados clínicos y mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con síndrome de deleción 18q.

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