El problema de Buenaventura no radica exclusivamente en la violencia. Los jóvenes viven en medio de múltiples limitaciones; que les impiden acceder a oportunidades para educarse y conseguir empleo.
Flagelos como la extorsión a comerciantes y empresarios impiden el crecimiento del desarrollo económico de miles de personas que viven atemorizadas, bajo las amenazas de los grupos armados ilegales.
Situación que se refleja en el panorama de pobreza; catalogado como uno de los más críticos en Colombia.
Según información estadística de la Cámara de Comercio, solo 3 de cada diez personas tienen un empleo formal en Buenaventura.
Además, la tasa de desempleo del distrito es del 26%, mientras que en el país el promedio es del 15,9 %. Un panorama preocupante, en un distrito con alrededor de 308.000 habitantes.
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