La economía nacional mostró un primer semestre favorable, con cifras positivas en materia de crecimiento –el último dato disponible del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) mostró un crecimiento anual de 16,5% en mayo– en materia sectorial, y también en relación con el empleo. Sin embargo, Colombia es un país de regiones, y la dinámica en cada una tiene matices distintos.
(Iniciativas clusters generan más de 2,7 millones de empleos).
Un ejemplo de ello son las cifras en relación con la producción manufacturera. El último boletín del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para este sector, referente a mayo, evidenció un incremento de 18,4% en el indicador, durante los primeros cinco meses del año, en comparación con 2021. Pero la reactivación de la industria tiene dinámicas diferentes en las regiones.
Es así como en Córdoba se ve la mayor variación en lo corrido del año (40,0%), seguido por Cauca (36%) y el Valle (26,2%), mientras que en otras regiones como Santander o Tolima apenas se aprecia un aumento de 1,0% o 1,8%, respectivamente, en su producción manufacturera.
(Regulaciones de la UE impactarían la cadena de suministro del café).
En materia de empleo, por otro lado, se ven brechas importantes, esto si se tiene presente que lo largo de los últimos meses la tasa nacional ha ido mejorando, y en mayo fue 10,6%. Durante el trimestre marzo-mayo, en la capital del Chocó, Quibdó, la tasa de desempleo fue de 21%, la más alta a nivel nacional.
Valledupar, con un desempleo del 16,1%, e Ibagué, con 15,1%, son otras de las regiones con mayor desempleo del país. Mientras que entre las capitales con indicadores más bajos están Bucaramanga (8,7%), Manizales (10,3%) y Villavicencio (10,7%).
“Mucho de eso tiene que ver con el nivel de desarrollo general que tiene cada una de las regiones. Siempre se han visto esas brechas, como consecuencia de la existencia y desarrollo de las empresas y la generación de empleos, tanto por parte del sector privado como del público”, explica Adrián Garlati, director de la carrera de Economía de la Universidad Javeriana.
El experto señala además que hay relación entre algunas de las regiones con un bajo nivel de empleo y la presencia de problemas de orden público, donde “eso se traduce en altos niveles de desempleo, a la par de la profundización en la pobreza”.
La inflación, el gran reto
Aunque la economía y el empleo han mejorado a nivel general, la inflación es la gran dificultad que han tenido que asumir las regiones en el primer semestre del año, y en algunas ha sido más fuerte el impacto, como es el caso de Cúcuta, Villavicencio y Tunja, así como varias urbes del Caribe.
En el oriente del país, la capital del Norte de Santander experimenta una inflación que alcanza el 13,65%, más de 3,5 puntos porcentuales por encima de la tasa nacional (10,6%), impulsada especialmente por presiones relacionadas con su cercanía a Venezuela, como lo explica Mario Zambrano, coordinador del programa Cúcuta Cómo Vamos.
“El fenómeno migratorio, vía migración pendular, o por el crecimiento demográfico en los municipios, han tenido una presión vía consumo”, asegura. En Bucaramanga la inflación a junio llegó a 10,45%; en Tunja a 10,79% y en Villavicencio a 10,51%.
De otro lado, en el Caribe son varias las ciudades que cerraron el semestre con una inflación de más de dos dígitos, como sucede con Santa Marta, que ya está en 13,07%, Valledupar (11,8%), Riohacha(11,29%), Barranquilla (11,0%) y Montería (10,36%).
En la región el alza de los precios de los alimentos, así como de los servicios públicos, han explicado la escalada por encima de las cifras nacionales. Oriana Álvarez, directora ejecutiva de Fundesarrollo, asegura que esto, “es rápidamente transmisible a otros sectores como el de restaurantes y hoteles”.
Aunque a nivel nacional el índice de precios al consumidor (IPC)presenta alzas importantes, de otro lado, en ciudades como Bogotá (8,89%), y Pasto (8,85%) se presentan tasas de inflación mucho menores, por debajo del 9%.
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