Se escucharon disparos en la capital de Burkina Faso el sábado y se produjo un incendio en la embajada francesa después de que el líder autoproclamado Ibrahim Traore acusara al presidente Paul-Henri Damiba de organizar una contraofensiva después de su aparente derrocamiento un día antes.
El enfrentamiento señala una profunda división dentro del ejército y un nuevo capítulo preocupante para Burkina Faso, donde una insurgencia islamista desenfrenada ha socavado la fe en las autoridades y ha desplazado a casi 2 millones de personas, según grupos de ayuda.
El país de África Occidental y antiguo protectorado francés se ha convertido en el epicentro de la violencia protagonizada por grupos vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico que comenzó en el vecino Malí en 2012 y se ha extendido a otros países al sur del desierto del Sáhara.
El jefe del Estado Mayor del ejército de Burkina Faso pidió a las facciones opuestas en un comunicado que cesaran las hostilidades y continuaran las conversaciones, y agregó que la situación era “una crisis interna dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos y el Secretario General de la ONU denunciaron el derrocamiento del gobierno.
“Condena enérgicamente cualquier intento de tomar el poder por la fuerza de las armas y pide a todos los actores que se abstengan de la violencia y busquen el diálogo”, dijo un portavoz de Antonio Guterres en un comunicado.
Las fuerzas leales a Traore aparecieron en la televisión estatal y dijeron que Damiba se había refugiado en una base del ejército francés desde donde estaba organizando el contraataque.
El Ministerio de Relaciones Exteriores francés emitió un comunicado diciendo que la base nunca había albergado a Damiba, quien tomó el poder en un golpe de Estado el 24 de enero.
Pero cientos de personas que apoyan la toma de poder de Traore se reunieron frente a la embajada francesa en protesta el sábado. Los manifestantes anti-franceses también se reunieron y apedrearon el Centro Cultural Francés en la ciudad sureña de Bobo-Dioulasso.
A primera hora de la tarde se produjo un incendio en la embajada y se escucharon varios disparos. La embajada no pudo ser contactada para hacer comentarios.
Más temprano en el día, se escucharon disparos dispersos, helicópteros armados rodearon el palacio presidencial y un convoy de fuerzas especiales atravesó el centro de Uagadugú después de que Traore anunciara en la televisión estatal la noche anterior que había tomado el control en lo que sería el segundo golpe de Estado este año.
Dirigieron una contraofensiva esta mañana. Algunas de las fuerzas especiales fueron enviadas… y también la base aérea ha sido manipulada”, dijo Traore a la estación de radio Omega el sábado.
Se desconoce el paradero de Damiba.
Malí, Chad y Guinea han sufrido golpes desde 2020, lo que genera temores de un retroceso hacia el gobierno militar en una región que había logrado avances democráticos en la última década.