Doña Albita construyó su puesto de ventas con tejas y tablas, así inició trabajando en las calles de Pasto para poder sacar adelante a sus dos hijas.
Noticias Pasto.
En la capital nariñense destacan muchas mujeres en diversas labores, ya sea de superación personal o de labores social, y en otras áreas, por eso a TuBarco Noticias Pasto le pidieron ir a visitar a “doña Albita”, que tiene un puesto de ventas de periódico y revistas, que podría estar entre los más antiguo de la ciudad.
Con sus ojos expectantes nos recibió, y mientras disponía su puesto de trabajo para atender a sus clientes ofreciéndoles las noticias del día, nos iba contando su historia.
“Desde 1993 guardo los recibos que se debe pagar anualmente para poder trabajar legalmente en las calles”, nos contó prevenida.
Mientras sacábamos la cámara y micrófono, doña Albita saco sus gafas y cofre en el que guarda, como dice ella, su reliquia, y se alistó para hablarnos del esfuerzo “para salir adelante”.
“Si usted supiera como inicie yo”, fue su expresión apenas sacó la primera fotografía de su lugar de trabajo, a blanco y negro.
Con sus propias manos le dio vida a un pequeño lugar en el que podía vender sus periódicos, “con tejas y tablas la construí”.
La labor de vender periódicos en la calle es el trabajo que le ha permitido sostener a su familia, haciéndola una mujer admirada por la comunidad en Pasto, para muchos, destaca su esfuerzo, que cada día acude a trabajar y con la mejor disposición.
“Es muy difícil trabajar en la calle, cuando uno no tiene ventas se preocupa, por los gasto que son diarios, debemos estar expuestos al sol y al agua, nos hacemos fuertes”, explica.
Sus inicios…
“inicie vendiendo solo periódicos, antes solo eso se podía vender”, señala.
”En ese tiempo uno sacaba de 100 a 150 periódicos, los vendía a diario, el día que menos se vendía eran 40 periódicos, hoy en día solo estoy vendiendo de 2 o 3 periódicos diarios”, es el lamento porque al final, la venta de periódicos es una fuente de ingresos importantes.
Este pequeño lugar de ventas de “Doña Albita” fue donde pudo criar a sus dos hijas mientras trabajaba, no solo por el sustento económico.
“A mi hija mayor la traje desde los 5 años y a mi hija menor desde 15 días de nacida, aquí las pude criar”, nos cuenta con orgullo que inculcó a sus hijas el amor por la lectura.
Doña Albita realizó sus estudios hasta cuarto de primaria.
No duda que, “que todas las personas que vendemos periódicos en la calle somos bien instruidos, así no tengamos mucho estudio, pero siempre nos dedicamos a leer a diario”
“Las mujeres desde que nos proponemos lo hacemos, que sigan luchando que todo en la vida es duro, pero uno tiene que salir adelante”, dice a modo de mensaje.