Luego de la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo en el Congreso, el Ministerio de Educación explicó siete puntos claves que aprobaron para el sector, en los que van a invertir los $1,3 billones en los que creció el presupuesto para el sector.
(Vea: Esto es lo que deberán hacer quienes quieran estudiar en España).
Dentro de las líneas estratégicas se encuentran apuestas como: aumentar la cobertura de la educación inicial, resignificar la jornada escolar, el crecimiento de las fuentes de financiación, la dignificación de los docentes, la gratuidad en la matrícula en educación superior, el fortalecimiento de las Instituciones de Educación Superior (IES) y el mejoramiento de los espacios educativos.
Todos enfocados en conseguir “una educación de calidad y pertinencia”, como afirmó la ministra de la cartera, Aurora Vergara.
La primera gran apuesta está enmarcada en el aumento de la cobertura en educación inicial. Así, esperan pasar de 1,9 millones de niñas y niños de 0 a 5 años atendidos con educación inicial a 2,7 millones.
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Dos elementos claves de lo expuesto es la búsqueda por que ese aumento sea prioritario en las comunidades rurales y los territorios afectados por la violencia.
A lo que se agrega ampliar el alcance del Programa de Alimentación Escolar (PAE) para lograr “permanencia escolar y seguridad alimentaria”, como afirmó Luis Fernando Correa, director del PAE.
Otra de las apuestas representativas es el “crecimiento de recursos del Sistema General de Participaciones y otras fuentes de financiación nacionales y territoriales para garantizar una educación preescolar, básica y media oficial en condiciones de calidad”.
(Vea: Los 7 ejes de la educación que se buscan fortalecer con el PND).
Uno de los pilares fundamentales es la gratuidad de la matrícula en la educación superior pública, clave porque es una apuesta por reducir las brechas en el acceso a la educación superior, para que muchos puedan estudiar más allá de la meritocracia que está en muchas becas.
“Tenemos la meta de fomentar el acceso de 500.000 nuevos estudiantes al sistema de educación superior, acompañados de estrategias para promover la permanencia y la graduación, priorizando a jóvenes provenientes de contextos vulnerables, municipios PDET y ruralidad dispersa”, explicó la ministra.
Otra de las apuestas es el fortalecimiento de las IES y para llevarlo a cabo esperan lograr una reforma a la Ley 30 -que organiza la educación superior en Colombia- y con la que pretenden más financiación para el sector.
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De hecho, ya se instalaron mesas de deliberación para las principales modificaciones que se requieren para la Ley 30. Algunos de los artículos que esperan modificar son el 2 y el 5.
La dignificación y el bienestar de los docentes es otro de los puntos que buscan fortalecer.
Para esto, afirmaron que “se robustecerá la institucionalidad pública para garantizar la protección de los derechos laborales de los docentes, y se fortalecerán las Escuelas Normales Superiores en sus capacidades y condiciones para consolidarlas como centros de excelencia en formación y liderazgo educativo en las zonas rurales”.
Por otra parte, pretenden crear nuevos planes de espacios educativos que sean “centros de la vida comunitaria y la paz”, con lo que le apuestan a cerrar brechas en el acceso a la educación.
Y como también describió la ministra de Educación, que llegó hace dos meses al cargo, ya se vienen adelantando proyectos como: la ampliación de la infraestructura de la Universidad Nacional, avances en nuevos complejos educativos en Jamundí (Valle del Cauca), Arauca. Así como la entrega de colegios, como el caso de San Andrés.
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