En medio de una crisis postelectoral en Venezuela, la Embajada de Estados Unidos ha intensificado su mensaje a favor de los derechos humanos y la democracia en el país sudamericano. A través de un comunicado en sus redes sociales, la embajada, que opera desde Bogotá tras el cierre de su sede en Caracas en 2019, pidió el cese de la represión, las detenciones arbitrarias y el hostigamiento contra el pueblo venezolano que exige sus derechos a la libertad de expresión y manifestación pacífica.
«El pueblo venezolano merece vivir en un país donde se respeten sus derechos humanos y puedan expresarse libremente y de forma pacífica», declaró la embajada en su cuenta oficial de X (antes conocida como Twitter). Este mensaje se enmarca en un contexto donde las autoridades venezolanas, lideradas por el presidente Nicolás Maduro, han sido acusadas de intensificar la represión contra manifestantes y opositores, lo que ha resultado en la muerte de más de una veintena de personas y la detención de miles de ciudadanos.
El conflicto electoral en Venezuela se ha exacerbado tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el opositor Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), fue reconocido como el legítimo ganador por el Gobierno de Estados Unidos. La PUD respaldó esta victoria publicando en internet más del 80% de las actas de votación mesa por mesa, lo que, según ellos, demuestra un amplio margen de triunfo.
A pesar de esto, el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, que aún no ha publicado oficialmente las actas, proclamó a Nicolás Maduro como presidente electo el mismo día de las elecciones, generando una ola de protestas en el país y una condena internacional. La falta de transparencia en la divulgación de los resultados ha llevado a la comunidad internacional, incluyendo a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, a exigir una verificación independiente e imparcial de los comicios.
El pasado 16 de agosto, el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución no vinculante que insta al CNE a publicar «de manera expedita» las actas de las elecciones y a respetar el principio de soberanía popular mediante una verificación imparcial de los resultados. Este llamado fue respaldado también por 22 países, incluyendo España, que han solicitado la «inmediata publicación de todas las actas originales» para asegurar la transparencia y credibilidad del proceso electoral.
La posición de Estados Unidos ha sido clara y firme: «La libertad de expresión no es un privilegio, es un derecho universal, y la comunidad internacional debe mantenerse firme en su defensa. Seguimos comprometidos con apoyar a los venezolanos en su búsqueda de libertad y democracia», reafirmó la embajada estadounidense en su comunicado. La crisis en Venezuela sigue siendo un tema de preocupación global, con el futuro político del país aún incierto y bajo la atenta mirada de la comunidad internacional.
