Karol Valencia, graduada de la Universidad Católica San Pablo, ganó el premio EWOLT 2020
En tiempos donde la tecnología avanza aceleradamente, hay profesionales que la aprovechan para desarrollar herramientas digitales que causen un gran impacto en su campo profesional, una de ellos es la abogada Karol Valencia Jaén, ganadora del premio EWOLT 2020 (Mujeres Europeas en Tecnología Jurídica), en la categoría de servicios profesionales.
Valencia Jaén es abogada graduada de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y especializada en Legal Tech (tecnología aplicada al sector legal), Service Design (diseño de servicios) y diseño en general, aplicado a los servicios legales.
El propósito del premio EWOLT 2020 es reconocer el éxito de las mujeres y evidenciar las importantes contribuciones que hacen a la tecnología legal en sus distintas categorías. El jurado estuvo conformado por especialistas de Estados Unidos y de la Unión Europea como Mark Cohen, Ari Kaplan y Nicola Shaver.
Legal Tech básicamente es aplicar tecnología, evaluar su impacto aplicada al sector legal y promover soluciones que puedan ser utilizadas por abogados y otros usuarios que interactúan en el ecosistema legal. El objetivo es facilitar el acceso a la justicia o el uso de los servicios legales a los usuarios. Y, es que “el sector legal no solo es para abogados es para las personas”, dice Karol Valencia, desde España, donde actualmente reside.
Para lograr ello, afirma, el sistema legal debe emplear los desarrollos digitales existentes en la web o en las aplicaciones móviles a fin de potenciar soluciones innovadoras con herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial o blockchain. Ello no elimina las soluciones análogas, pues hay experiencias de acceso a la justicia buenas en las que solo se mejoró servicios o procesos del sistema.
“Debemos de facilitarle el acceso a los servicios legales a las personas y diseñar o rediseñar el sistema para hacerlo inclusivo y sencillo para todos. Por eso hablo de diseño legal, pero a nivel holístico, interdisciplinario y sistemático”, indica.
La abogada va en pos de este objetivo mediante su trabajo de consultoría especializada en dos empresas de Legal Tech como son Electronic Identification que opera en la Unión Euroepa y Lawcus-Legal Project platform de Estados Unidos, así como el rediseño del sistema educativo de las facultades de Derecho con la Alianza de Innovación en Estudios Jurídicos (ILSA), una red de alcance mundial.
Para la obtención del premio EWOLT 2020, el jurado valoró que Karol no solo trabaja en las dos empresas de tecnología legal, sino además su perfil humano al ejercer la docencia y ser mentora en distintos grupos de estudio y lo hace de manera gratuita. “Mi intención es impactar de distintas maneras en este ecosistema”, señala.
Salto tecnológico
Para Karol, la actual pandemia, más allá de la crisis sanitaria, ha resultado ser una oportunidad ya que ha acelerado la innovación y ha permitido dar un gran salto tecnológico. “Hasta el COVID-19, no se entendió que se podía hacer audiencias virtuales y de hecho es más sencillo programar una o varias audiencias virtuales al día. Eso hace que el aparato judicial se mueva más rápido, sea más eficiente y eficaz (ahorro de papel, pago de personal, etc.). Lo único que se necesita es una buena conexión a Internet, aunque esto definitivamente debe mejorar en el Perú”, aseguró.
Son varios ámbitos en los que se puede aplicar soluciones tecnológicas. Uno de ellos, el Sistema Peruano de Información Jurídica (SPIJ), plataforma donde se hallan las normas legales. “Sus desarrolladores y diseñadores deben preguntarse ¿cómo hago que este servicio sea más amigable con las personas que no necesariamente son del sector legal?”, afirma. Para la egresada del Departamento de Derecho y Ciencia Política de la UCSP ese servicio debería estar disponible en quechua y en lenguaje de señas.
Actualmente solo el compendio de normas para personas con discapacidad está disponible en lenguaje de señas y no toda la regulación en general.
Impulsando proyectos
En la actualidad, Valencia también es mentora en dos proyectos en la UCSP que tienen que ver con derecho tecnológico. “Tengo el agrado de asesorar a dos egresada de la San Pablo que ahora están presentando sus tesis. Ellas me comentaron sobre una hackathon para solucionar un problema específico legal. Yo les di un par de ideas que tenía y se han convertido hoy en dos soluciones muy bien logradas. Un grupo ya pasó a la final y el otro puede pasar también. Incluso ambas plataformas se pueden integrar”, explica.
Respecto a sus estudios en la Universidad Católica San Pablo resalta que fue su primer “centro de aceleración” al recibir conocimientos variados que le han permitido experimentar una perspectiva del lado más humano además de un pensamiento crítico.
Asimismo, destaca la oportunidad que le daba la universidad porque no solo estaba limitada a estudiar Derecho, sino que podía optar por cualquier otro curso que se dictara en otra carrera formando un perfil que ahora le sirve para relacionarse sin dificultades con otros profesionales que no necesariamente son abogados.