Ejemplos de clase mundial de la agroindustria colombiana | Agro | Economía

Colombia, en medio del mar de pesimismo y derrotismo que la ahoga en torno del campo, exhibe unos ejemplos de clase mundial que constituyen un motivo de inmenso orgullo nacional. Y unos efectos demostrativos para seguir, replicar, multiplicar y apoyar.

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Para comenzar, desafortunadamente no tenemos agricultores grandes, sino chiquitos y chiquiticos, a la luz de las economías de escala, que hoy son esencia de la competitividad y, por tanto, de su viabilidad.

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Si en esta materia de algo adolecemos, es del tamaño raquítico de nuestra agricultura. Y de una deformación cultural, contaminada de ideologías, al confundir lo que es un mero terrateniente con un genuino productor. Son como Marte y Venus.

Lo que se debería propiciar es la asociación constructiva, colaborativa, entre tenedores legítimos de tierras bien habidas, y organizaciones de operadores profesionales de las mismas.

Uso de suelo

Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO

Todo esto a través de figuras suficientemente probadas globalmente, como el comodato, el usufructo, el leasing inmobiliario rural, las cuentas en participación, la asociatividad, entre otras. Y poder agregarle a la actual frontera cultivada, de no más de siete millones de hectáreas, como mínimo 20 millones aptas adicionales.

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Un repaso rápido y breve sobre tales ejemplos, que conforman apenas una reducida muestra del país positivo y constructivo.

SuCampo, una organización de naturaleza familiar, que, sin poseer un centímetro de tierra, cultiva seis mil hectáreas en arroz, maíz y algodón desde el Tolima hasta el Cesar. El modelo de negocio: asociaciones bajo modalidades como las anteriormente referidas.

Hacienda San José en el Vichada y La Fazenda en Puerto Gaitán, son dos emprendimientos que están transformando la visión de la Orinoquía. El primero en ganadería regenerativa de clase mundial, y el segundo, también, como el anterior, demostrando que lo de menos es la tierra, si no que lo que cuenta es la fabricación de un suelo nuevo sobre una tierra ácida atrapada en el aluminio, edificando una empresa con múltiples accionistas y aliados, integrada verticalmente hacia adelante a partir de la soya y el maíz, hasta la producción de cerdos y su comercialización al detal.

Uso de suelo

Archivo Boyacá Sie7e Días

La Palma y el Tucán, en Cachipay, en sólo 14 hectáreas, pero construyendo un encadenamiento con sus aún más pequeños vecinos, a fin de conquistar, como lo están logrando, los más sofisticados mercados de cafés especiales en el mundo. Y su compañía hermana, Biodiversal, con presencia en varios países del hemisferio, gestora por excelencia de agricultura regenerativa mediante la aplicación de fertilizantes orgánicos y ecológicos.

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Oleoflores del Cesar, emblema de la producción de palma de aceite y en limón y mango. Su extracción y su refinación, aliada con muy pequeños cultivadores, enganchados en una cadena de apoyo tecnológico y financiero con éxito incomparable en zonas como Marialabaja en Bolívar, el Catatumbo y el sur del Atlántico.

La iniciativa conocida como ‘Soya Maíz Proyecto País’, que le apuesta hacia la más grande oportunidad que tiene Colombia de un proceso de sustitución competitiva de importaciones de este par de materias primas, jalonada por el sector agroindustrial de mayor dinamismo del país, que es el de los alimentos balanceados.

Una locomotora movida por el crecimiento de la oferta y la demanda de proteína animal: avicultura, porcicultura, carne bovina, acuicultura, y, más recientemente, el auge de las mascotas.

Uso de suelo

Mauricio Dueñas Castañeda / EFE – Archivo EL TIEMPO

La alianza del grupo textil Cristal con Park Dale, el principal hilandero y comprador de algodón del planeta, ambos convencidos de que la gran oportunidad de nuestra agricultura es encadenarse con semejante palanca.

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La industria del cacao, con una fuerza sin igual en marcha, tecnología y comercialización como sus combustibles, y estimulada y amparada por conglomerados industriales probados y exitosos.

El caucho en Puerto López, con epicentro en Mavalle, apuntándole igualmente a satisfacer una inatajable demanda del futuro global.

Cartama, artífice y líder del impulso del cultivo y la exportación de aguacate Hass, una promisoria esperanza del agro que queremos.

En fin, me quedo corto mencionando estos pocos, pero muy representativos, buenos ejemplos, y los singulares efectos demostrativos de los encadenamientos productivos de la agroindustria nacional.

Uso del suelo

Archivo / EL TIEMPO

El encadenamiento productivo más fructífero y promisorio, sería el del Estado con el agro-empresariado, este último, el motor primario de nuestro desarrollo.

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Lo que más cuenta en la era presente, y en el porvenir crecientemente, no es la tierra per se. Sino el suelo, que es como la carpeta sobre el piso.

Lo menos significativo es el piso. Lo relevante es el valor agregado que se le aporte, que es la carpeta, la cual no es otra cosa que el conocimiento, el ingrediente insustituible de la nueva agricultura, su industrialización y su comercialización.

Colombia, por fortuna, está dotada de una empresa privada vibrante, innovadora y edificante.

CARLOS GUSTAVO CANO
Profesor Uniandes, exdirector del Banco de la República y Ecopetrol, y exministro de Agricultura.

Fuente de la Noticia

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