El 1-7 de Alemania a Brasil en el mundial de 2014 – Fútbol Internacional – Deportes


Brasil armó un Mundial para quedar en la historia. Y lo hizo, pero de la peor manera. Se acabaron las sonrisas. Se agotaron las lágrimas. Pasaron los insultos. Los aplausos se quedaron guardados para una Alemania que goleó 1-7 y que mostró que va en serio por esta corona que los locales no tuvieron cómo pelear.

Para que se hagan una idea de lo que significaba este partido para los brasileños: 15 minutos antes del juego, la cadena de TV Globo mostraba las calles de las principales ciudades del país. Hay más gente en la ciclovía en Bogotá un primero de enero a las 8 a.m. Los que no estaban en el Mineirão se repartían en los distintos Fan Fest, esperando una gran fiesta. Les tocó un velorio.

(Le puede interesar: Juventus perdió una gran opción para dejar casi sentenciada la Serie A)

Estaban, frente a frente, dos equipos que se alejaron del todo de sus escuelas tradicionales. Brasil apeló a un esquema tacaño para suplir su ausencia.

Los alemanes, en cambio, ahora manejan la pelota, ya no les quema en los pies. Hacen varias series de pases. Y además, se pusieron para este partido los colores de uno de los equipos más emblemáticos del país sede, Flamengo. Parecían el Flamengo de comienzos de los 80.

Brasil ningún momento preparó un plan B. Siempre dio la impresión de que caminaba sobre el borde de una terraza, que en cualquier momento se iba a resbalar. Aun así, subió muchos pisos hasta la semifinal. Y ahí se cayó. El golpe fue fuerte.

Y por eso, comenzaron a caer los goles, uno tras otro. A los 11 minutos, Bastian Schweinsteiger levantó un tiro de esquina, Brasil demostró una inocencia terrible para marcar (corrieron todos buscando una pelota que los superó) y Thomas Müller remató tan solo como estaban las calles de Brasil. Luego vinieron los siete peores minutos del fútbol brasileño en toda la historia. Peores, incluso, que el ‘Maracanazo’.

El resumen de Brasil 1, Alemania 7

Y en el primero, se acabó uno de los récords de la Copa del Mundo: Miroslav Klose aprovechó un rebote de Julio César tras un remate suyo para anotar el 0-2 y convertirse, con 16 anotaciones, en el mayor goleador de la historia de los mundiales.

Después, Kroos anotó el tercero. A los 25, Fernandinho perdió una pelota y Kroos, tras una pared con Sami Khedira, hizo el cuarto. Y a los 28, Oscar perdió una bola con Lahm y Khedira hizo el quinto.

(En otras noticias: ¿Una opción que renace para el futuro de James Rodríguez?)

Alemania se apiadó de Brasil, bajó el ritmo. Lo mejor que le podía pasar a Brasil era que se acabara el primer tiempo. Luiz Felipe Scolari trató de arreglar el problema. ¿Qué otra podía hacer? Afuera Fernandinho y Hulk, adentro Ramires y Paulinho. Y Alemania metió al gigante Per Mertesacker en lugar de Hummels.

Alemania le dio por apretar un poquito el acelerador y marcó dos goles más. El autor, André Schürrle, que había reemplazado a Klose. A los 29, toque suramericano entre Müller y Lahm lo remató Schürrle. Y diez minutos después, el mismo Schürrle marcó el séptimo, con un remate de zurda.

A esa hora se agotaban las lágrimas de la mayoría del Mineirão, que lloraba desde una hora antes. Y comenzaba la impotencia.

Y los hinchas alemanes que se arrumaron en una esquina comenzaron a cantar «Río de Janeiro, oh, oh, oh, oh, oh». Y luego el ole que tantas veces le cantaron a su equipo. Esta vez, todo fue tristeza, lamentos.

(En otras noticias: Hijo de Ramón Jesurún se refirió a la reventa y luego se arrepintió)

El descuento de Brasil, que llegó en un contragolpe que remató Oscar a los 90 minutos, fue una anécdota. Alemania está en la final. Brasil, que armó la fiesta para celebrar dentro de cinco días en Río de Janeiro, la cambió por la peor humillación de su historia.

José Orlando Ascencio
Enviado especial de EL TIEMPO

Fuente de la Noticia

Related posts

Fluminese vs Boca Juniors: Una batalla por la gloria continentalFluminese vs Boca JuniorsFluminese vs Boca Juniors: Una batalla por la gloria continental

¿Cómo será el Mundial Sub 20 y a qué se debe el repentino cambio de sede?

Los favoritos para la Champions