BANGKOK: El respaldo de Rusia a los gobernantes militares de Myanmar es inaceptable y desestabilizador, y su suministro de armas ayuda a alimentar un conflicto que se ha convertido en una catástrofe para el país, dijo el jueves (23 de marzo) un alto funcionario estadounidense.
Estados Unidos está preocupado por el impacto más amplio de la escalada de la crisis en Myanmar desde un golpe de estado en 2021 y el avance de los lazos de la junta con Rusia, que podría tratar de establecer bases militares en el país, dijo a Reuters el consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Derek Chollet.
«Cualquiera que hable con Moscú debe decirles que su continuo apoyo militar a la junta es inaceptable. Es desestabilizador», dijo en una entrevista durante su viaje al sudeste asiático.
«Y no es solo un problema para Myanmar, es un problema para esta región».
Myanmar ha estado en crisis desde el golpe que puso fin a una década de democracia tentativa, con alrededor de 1,2 millones de personas desplazadas por los combates, según las Naciones Unidas, mientras el ejército busca aplastar la resistencia a su gobierno.
Activistas y expertos de la ONU han condenado a Rusia, la primera gran potencia en expresar su apoyo a la junta, así como a China, por suministrar armas a un ejército al que acusan de atrocidades sistemáticas contra la población civil. La junta dice que está luchando contra los «terroristas».
“Lo que he visto en los últimos años es una relación militar que solo está creciendo”, dijo Chollet.
«Estoy más preocupado en este momento por el suministro de armas que ingresan a Myanmar desde Rusia principalmente».
Rusia se ha convertido en el aliado más cercano de Myanmar desde el golpe y mientras Occidente aumenta las sanciones a ambos países.
El ministro de defensa y el alto diplomático de Rusia han visitado Myanmar, mientras que el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, ha estado en Rusia varias veces desde 2021 y recibió un doctorado honoris causa.
Chollet dijo que la administración Biden vio la crisis en Myanmar como «la amenaza más aguda» en el sudeste asiático, incluida la inestabilidad, el crimen transfronterizo y los narcóticos ilegales.
Dijo que Estados Unidos respaldó un esfuerzo diplomático del sudeste asiático en Myanmar y estaba trabajando con esos países para involucrar a la oposición democrática.
«Creemos que otros países deberían hacer lo mismo… que deberían comprometerse», agregó.
También dijo que los países de la región habían expresado su ansiedad por las tensiones entre Estados Unidos y China.
“Queremos manejar esta relación de manera responsable, queremos poner barandillas en las áreas donde tenemos diferencias”, dijo Chollet.
«No le tenemos miedo a la competencia… Habrá áreas de la relación que serán de confrontación, porque vamos a estar fundamentalmente en desacuerdo, como por ejemplo, sobre el futuro de Taiwán».
