Redacción
La ira se derramó en las calles a principios de esta semana cuando el aumento de casos en los últimos meses hizo que las autoridades intensificaran las medidas para controlar el brote.
Los manifestantes tomaron las calles y universidades de China en manifestaciones sin precedentes.
“La confianza es que el público solo puede acostumbrarse a tantas restricciones antes de que haya algún retroceso. Por lo tanto, debería haber un poco más de relajación y, aunque no es equivalente a la apertura, básicamente una relajación de las restricciones, una relajación de las pruebas…”, dijo el profesor Nicholls.
ANCIANOS RENUENTES A VACUNARSE
Un día antes de anunciar su nueva postura, China pidió un mayor impulso para vacunar a su población de mayor edad, pero no llegó a introducir un mandato.
Las cifras oficiales mostraron que el 68,7 por ciento de las personas mayores de 60 años se han inyectado tres veces, pero la tasa se redujo al 40,4 por ciento para las personas mayores de 80 años, según el periódico The South China Morning Post, con sede en Hong Kong.
El profesor Nicholls dijo que el viceprimer ministro chino Sun Chunlan, que supervisa los esfuerzos de COVID-19, recibió un «cáliz envenenado» para tratar de mejorar las tasas de vacunación en los ancianos.
“Siento simpatía por ella, si se le ha ordenado que aumente la tasa de vacunación en los ancianos. ¿Cómo va a suceder eso realmente? preguntó.
El profesor Nicholls citó su propia experiencia en Hong Kong, donde el gobierno de la ciudad “intentó todo tipo de palos y zanahorias” para convencer a los ancianos de que recibieran vacunas, pero fue en vano.
“Con Omicron en marzo, pensamos que los ancianos acudirían en masa para vacunarse, pero no fue así. Dirán que no es seguro, que no lo necesitamos. Así que creo que el gran punto de fricción de la vacunación en los ancianos va a ser difícil”, dijo.
Sin un mandato de vacunación, habrá una proporción considerable de ancianos que se mantendrán firmes en seguir sin vacunarse, dijo Nicholls.
Sin embargo, los mandatos de vacunas serán difíciles de introducir. Los intentos anteriores de los gobiernos de las ciudades de exigir pases de vacunas en el transporte público y los espacios públicos fueron descartados después de recibir una reacción violenta.
Cuando se le preguntó si la relajación de las restricciones significaba que China podría abrirse pronto, el profesor Nicholls dijo: «Es un país grande con tantos factores involucrados: factores de salud, económicos, políticos… No podemos adivinar qué va a pasar con China».
