Las enfermedades de alto costo tienen un alto efecto en la población colombiana, especialmente desde el punto de vista del gasto de bolsillo.
De acuerdo con un estudio presentado por la Fundación Ellen Riegner de Casas, una de estas patologías, el cáncer, se considera como una de las ruinas económicas en el país.
Según el informe, con datos generales a nivel mundial, las personas que tienen cáncer tienen 2,5 veces más probabilidades de declarase en quiebra, especialmente si estos tienen dificultades económicas o financieras.
Diana Esperanza Rivera, directora ejecutiva de la Fundación, esto se debe al gasto de bolsillo que genera el padecimiento de cáncer en los paciente.
Y aunque las cifras no son ajenas a Colombia, también se estima que el gasto médico de la enfermedad excede el 30% de los ingresos anuales de los hogares de pacientes con dificultades económicas al momento de ser diagnosticados.
Otro de los datos que componen esa ruina económica son las altas probabilidades que tienen estos pacientes de fallecer. Con base en el estudio, los pacientes con cáncer, independientemente del tipo, tienen un 80% más de probabilidad de morir en los próximos 12 meses en los que fue diagnosticado.
En ese sentido, la directora estima que lo que conduce a este factor económico es la toxicidad financiera que existe en el medio de la enfermedad.
“El vacío que dejan los gastos de bolsillo en una familia y en los pacientes empieza desde el momento del diagnostico y puede llegar incluso hasta la última fase de la enfermedad, que es el alivio al dolor y el respeto al buen morir”, explicó.
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Incluso, afirmó que en ese sentido hay familias que llegan al fin de la enfermedad del paciente, sin ni siquiera resolver el costo y los tramites de los servicios funerarios.
“Frente a esto desde la Fundación tenemos un seguro que cubre las exequias desde dos opciones, uno de $5,5 millones que solo incluye la cremación y otro de $7,7 millones, que cubre la ceremonia y todo el tema religioso”, manifestó Rivera.
Estrés y falta de dinero
FOTO: iStock
Es así que en el marco de esa toxicidad financiera, diferentes pacientes suelen afectar sus economías para asumir algunos de los costos de la enfermedad, gastando sus ahorros, pidiendo prestamos, vendiendo los objetos de valor, recortando la alimentación, educación o los servicios de sus hogares o incluso solicitar un crédito gota a gota.
Por otra parte, se destacan los escenarios y las personas que se pueden ver afectadas económicamente, además del paciente. De acuerdo con el documento, los familiares y cuidadores que apoyan a una persona con cáncer, generalmente tienen que gastar dinero en comida, insumos médicos, transporte y otras necesidades del ser querido.
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“También pueden tener dificultades para equilibrar el tiempo libre en el trabajo y su papel como cuidador. Esto puede afectar a su propio bienestar financiero y a su calidad de vida”, dicen.
Es así que la fundación apoya desde tres modelos esa ruina económica en los pacientes con cáncer. En un primer momento, se da ayuda a pacientes y sobrevivientes, bien sea con transporte, insumos médicos o albergues, al igual que en un segundo modelo se acompaña a familiares y cuidadores.
Y ya para la tercera gestión se busca el fortalecimiento de las instituciones, buscando alivianar la carga y el costo de los tratamientos de la enfermedad.
En ese sentido, Rivera asegura que en ayuda monetaria a lo largo de este tiempo ya se han destinado en dinero unos $1.000 millones en gastos de ayudas, y otros $1.700 millones en ayudas en especie, bien sea en donaciones y otro tipo de aportes.
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También detalla que en 20 años se han entregado cerca de 226.239 servicios en ayudas para alojamiento y alimentación, así como 43.593 ayudas en subsidios de transporte. Ademas, de 269.111 contribuciones para artículos de aseo y 21.603 subsidios para atenciones medicas de los pacientes que tiene la enfermedad.
Las cifras del cáncer en Colombia
Según datos de la Agencia Internacional de Investigaciones de Cáncer, en Colombia actualmente hay un total de 140.000 pacientes diagnosticados con cáncer. Asimismo, un promedio de 72.000 casos nuevos son dictaminados cada año y se estima que por la enfermedad unas 38.000 personas mueren anualmente.
También se detalla que 70% de los tratamientos comienzan cuando el cáncer está en la tercera de sus cuatro fases, al igual que un 35% recibe negación de ayuda de apoyo social (pago de albergues, transporte, alimentación).
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