Los expertos indican que la responsabilidad no sólo debe atribuirse a los usuarios, si no también a las autoridades y la administración local.
Por Luissa Fernanda Pérez
Un informe del Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), registró una tasa de mortalidad superior a los 20 fallecidos por cada 100.000 habitantes en las vías de Colombia.
Entre las primeras ciudades, Villavicencio ocupa el quinto lugar con porcentajes de 23,6 fallecidos por cada 100.000 habitantes, una cifra elevada que preocupa a las autoridades y que da cuenta de la poca efectividad que tienen las campañas para reducir esta cifra.
Entonces, ¿cuáles son las razones de fondo para que esta cifra siga incrementándose? Dos expertos en movilidad consultados por Periódico del Meta ofrecen una visión independiente de lo que podrían ser las causas de este problema que está matando más personas que la pandemia.
Mary Bottagisio Reyes, líder y activista de la seguridad vial en Colombia, explica que en la ciudad hay un tema de multicausalidad y que la responsabilidad de los accidentes no debe atribuirse a los usuarios de las vías.
«Villavicencio tiene unas problemáticas muy grandes porque es un corredor vial donde circulan muchos vehículos de carga, estos por sus cualidades, engendran mayor riesgo para todos los usuarios, pero en particular para los más pequeños, con eso me refiero a los peatones y ciclistas«, indica Bottagisio.
Señala, además, que la ciudad tiene unas vías de orden nacional donde no se hace control, porque es lo que permite identificar conductas temerarias: «en estas vías confluyen no solo el trasporte pesado, el transporte público, los camiones pequeños, si no también motos, personas, ciclistas entonces esa mezcla de tráfico hace que el riesgo sea mayor y si eso se le suma la deficiencia en los controles como la velocidad que es un factor base de los siniestros, el panorama el grave«.
Las campañas sirven para aumentar la temperatura en los escenarios políticos, para que no quede escondido y el tema se haga visible pero con eso no soluciona los problemas de tránsito.
«Es más fácil hacer campañas que una infraestructura segura u organizar el transporte público, de carga, o tomar medidas de pacificación de tráfico. Un mandatario cuando no sabe qué hacer, pues hace una campaña porque es solo contratar medios y se acabó, pero por ejemplo, si tu tienes una campaña que le explica al motociclista porque debe abrocharse el casco, y le muestras que de los cinco que fallecieron anoche, tres no llevaba casco, se puede permear la conciencia del conductor, eso acompañado de control, donde se impongan las sanciones correspondientes, a quien no cumpla con la norma«.
Plantea que si por ejemplo la ciudad no cuenta con un número grande de agentes de tránsito, pues en vez de controlar el mal parqueo, deberían hacer control de velocidad, porque esa causal es la que más está matando gente.
El factor de las fotomultas
Por su parte, Darío Vásquez, profesor de la Universidad Javeriana, infiere en que la causa de accidentalidad en Villavicencio, es debido a los motociclistas ya que se incrementa la demanda, especialmente en jóvenes quienes no tienen la responsabilidad de conducir estos vehículos.
«Es un vehículo peligroso en sí mismo, no tiene nada que lo proteja, en Villavicencio el mayor número de fatalidades es por los motociclistas o peatones atropellados por los mismos«, expresa el académico.
Agrega que debería haber más rigurosidad al momento de dar las licencias y verificar que el conductor maneje y acate las normas de tránsito.
Advierte sobre el control que deben hacer las autoridades para verificar que los conductores porten la licencia, ya que es un requisito básico para conducir, «a pesar de que la licencia es relativamente fácil de obtener, muchos motociclistas que fallecen, no la tenían, o le faltaba la revisión técnico mecánica o el SOAT, por eso es importante que se hagan bien los controles, porque podrían disuadir las cifras”.
El otro comportamiento riesgoso es la velocidad: «lo que debe hacer la administración municipal, es aplicar la ley, señalar las principales avenidas según ‘la ley Julián Esteban’ y reactivar el uso de las cámaras de los sistemas de fotodetección«.
Las fotomultas son un instrumento de disuasión del comportamiento riesgoso, «no es un tema de quitarle plata a la gente porque quien cumple las normas pues le sale gratis. Simplemente hay que controlar aquellos que insisten en incumplir las normas«.
Cuando existieron algunas decisiones de la Corte Constitucional con respecto al uso de fotomultas, se suspendió su utilización por dudas frente a su aplicación.
Esto ayudaba porque regulaba cinco conductas, entre ellas, llevar papeles al día, debido cumplimiento de la semaforización, no circular en zonas prohibidas, no pasarse en rojo y no exceder la velocidad.
«Algunas administraciones locales no se han sentido cómodas con la aplicación de las fotomultas y lo que están viendo es que hay más muertos, la misión de la autoridad local es usar todo los recursos que tenga a la mano, entre ellos los equipos de fotodeteccion, no se trata de recaudar se trata de aquellos que pretendan infringir las normas se acciones y aquellos que las cumplen, les sale gratis«, puntualizó el docente.
«Desde la Superintendencia incorporamos una obligación de imponer un sistema de control no solo con tema de ilegalidad, sino con todos los temas de las funciones inherentes y las responsabilidades de las autoridades de tránsito locales, con unos tableros de control y unos indicadores especiales, que nos permitan medir a cada municipio» , expresó Ayda Lucía Ospina, superintendente de Transporte.
