El coronavirus y su impacto en la inversión | Sala de Prensa

La UNCTAD estima que la crisis desatada por el COVID-19 reduzca la inversión extranjera entre un 30% y 40%, llegando a niveles de inversión similares a los presentados hace dos décadas. Estos pronósticos son significativamente menores a los estimados a inicios de marzo, en donde se esperaba una afectación de los flujos de inversión entre un –5% y –15%. (UNCTAD Impact of the Covid –19 Pandemic on Global FDI and GVCs, Updated analysis, March 2020). La inversión extranjera estaría sobre todo afectada por la importante reducción en ingresos y utilidades de las empresas extranjeras en el mundo siendo los sectores de energía (-208%), aerolíneas (-116%) y la industria automotriz (-47%) los que presentarían menores decrecimientos. 

 

Los nuevos pronósticos extienden los efectos más allá de Asia y su afectación en las cadenas globales de valor. La magnitud de la reducción es en parte proyectada comparándola con los resultados en la IED luego de la crisis financiera del 2009, en donde la inversión global decreció por dos años consecutivos en un –35%, aunque las inversiones provenientes de las 5.000 empresas extranjeras más grandes solo decrecieron un año llegando a -13% en el mundo y 0% en los países emergentes.  En la actualidad, se espera que la crisis tenga un efecto más pronunciado en la inversión: es una crisis más global y ha afectado a muchas más a las economías tanto desarrolladas como en desarrollo; adicionalmente, se espera que los efectos sean más inmediatos. Finalmente, aunque la crisis no es financiera, podría llegar a serlo cuando las obligaciones adquiridas por empresas y personas dejen de atenderse.

 

Al extrapolar a regiones, la UNCTAD advierte que las empresas que más ajustaron hacia abajo sus utilidades se ubican en los países desarrollados, donde además se reinvierten el 61% de las ganancias. Por su parte, en América Latina, la revisión hacia abajo es de un 14%, una de las menos afectadas después de África, pero la región depende en un 43% de estas ganancias para su IED, un poco por encima de otras regiones en desarrollo.  

 

 

Estamos ante una desaceleración del comercio mundial, que ya se estaba manifestando antes de la crisis por el Covid 19. En 2019, el volumen del comercio de bienes disminuyó un 0,4%, esto principalmente por las diferentes barreras comerciales entre Estados Unidos y China y su efecto en las cadenas globales de valor.  Ahora, con el COVID-19, la OMC prevé una reducción de comercio entre el 13% y el 30% y una contracción por segundo año consecutivo.  

 

La región latinoamericana no será ajena a esta tendencia y la pandemia tendrá grandes repercusiones para sus países. De acuerdo a las diferentes proyecciones de organizaciones multilaterales se prevé una desaceleración entre el 1,8% y un 5.5%.  El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estima una contracción hasta del 5,5%, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (Cepal) entre -1.8% y -4% y el Banco Mundial una contracción del PIB de un 4,6% (excluyendo Venezuela). Para estos organismos, el impacto en LATAM vendrá dado por los siguientes puntos*:  

 

La reducción de demanda mundial de productos:  acorde al Banco Mundial, la demanda de China y los países del G7 caerá abruptamente, impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe. La CEPAL ha resumido el impacto del COVID-19 en un decrecimiento de la economía de la región en 2020, entre -3% y -4%, si se tienen en cuenta los efectos de las contracciones económicas de China, la UE y Estados Unidos, y de 1.8% si solo se contempla el choque en China.
 

Índice de apertura del país: en promedio, la región presenta índices de apertura relativamente bajos si se comparan otras regiones como la Unión Europea 86%, Luxemburgo de más de 400% o Irlanda con 200%. En la región, existen grandes diferencias en cuanto al grado de apertura con países como Honduras, que cuenta con un grado de apertura de más del 100% hasta Brasil, llegando solo a un 25% del PIB. Las economías regionales con mayor exposición al comercio internacional son centroamericanas (Honduras, Nicaragua y el Salvador) y México; que podrían verse fuertemente afectadas por las reducciones de comercio exterior. Por el contrario, las que menos apertura presentan son Colombia, Argentina y Brasil. 
 

Comportamiento de los commodities: de acuerdo al BID, las economías con mayor porcentaje de participación de commodities, sobre sus exportaciones totales son Ecuador, Paraguay y Colombia. Para estos países la reducción de los precios y demanda de éstos tendrá un efecto pronunciado en sus exportaciones y finanzas. 
 

Interrupción de las cadenas globales de valor: los países de la región pueden tener un impacto por la falta de proveeduría desde China, Europa y Estados Unidos y esto a su vez puede traer repercusiones en el desempeño exportador de la región.   La dependencia de partes dentro de las importaciones, para ser transformado en el país, es más consistente a lo largo de la región, ubicándose en su mayoría entre el 40% y 55% de las importaciones totales, Colombia se ubica en el 50%.  De acuerdo a la CEPAL, “México y Chile serían los países más expuestos a una caída de la oferta de China, que suministra alrededor del 7% de sus insumos intermedios. Le siguen Colombia y el Perú, que importan de China el 4,5% y el 5% de sus insumos intermedios, respectivamente. México es el país más expuesto a los cambios en las condiciones de la oferta y la demanda en los Estados Unidos, especialmente en el sector manufacturero”.   
 

Menor demanda de servicios de turismo: con las diferentes restricciones para viajar y la mayoría de las aerolíneas con sus operaciones paralizadas, los ingresos por turismo se pueden ver completamente afectados. De acuerdo a la CEPAL, “de concretarse prohibiciones o autorrestricciones de viajar de tres meses de duración, la actividad turística en el Caribe se contraería un 25%”. 
 

Ahora bien, los países de la región no se verán afectados en la misma medida. Acorde al Banco Mundial, México y Ecuador sufrirán el mayor impacto del coronavirus. Seguidos de Argentina, Brasil y Perú, mientras que la economía colombiana se proyecta dentro de los menos impactados con un -2.(The economy in the time of Covid-19) 

Sin duda alguna, el decrecimiento de la economía será la principal consecuencia de la propagación del virus, pero existirán otras numerosas consecuencias a corto, mediano y largo plazo. A corto plazo, la CEPAL proyecta efectos negativos como el desempleo, disminución de los ingresos que llevan a una contracción del consumo, aumento de la pobreza y la pobreza extrema y un deterioro de los sistemas de salud. Además, se presentará una disminución de las exportaciones de la región de 10,7% para el 2020, debido principalmente a la disminución de los precios y a la contracción de la demanda global. A mediano y largo plazo, se pronostica la quiebra de empresas, una reducción de la inversión privada, menor integración de las cadenas de valor y un deterioro de las capacidades productivas. 

 

Pese a todo lo anterior, el Banco Mundial proyecta que la economía de LATAM presentaría en 2021 un crecimiento del PIB del 2,6%, aunque para países como Brasil y México se podría requerir cerca de dos años para recuperarse. 

 

Bibliografía*: 

 

 

 

Semanalmente enviaremos el estado de operación de los principales nodos logísticos (puertos, aeropuertos y pasos de frontera), así como los servicios que operan con regularidad en los diferentes medios de transporte (aéreo, terrestre, marítimo), durante la coyuntura de cuarentena obligatoria y estado de emergencia económica y sanitaria.

 

 

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