La reciente afirmación del ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, sobre los vehículos particulares como «activos improductivos» ha desatado un fuerte debate en el país. En una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, el ministro explicó su postura respecto a cómo los carros serán considerados dentro del marco de la reforma tributaria y qué implicaciones fiscales traerá esta nueva clasificación.
Bonilla argumentó que los vehículos particulares no generan ingresos, sino que son objetos de gasto, lo que los convierte en activos improductivos desde el punto de vista fiscal. A diferencia de los automóviles usados para el transporte de pasajeros o carga, que sí se consideran activos productivos, los carros particulares no contribuyen a la generación de ingresos para quienes los poseen.
“El vehículo particular es considerado un bien de consumo porque no genera ingresos, sino que es objeto de gasto”, señaló el ministro, quien añadió que este enfoque busca evitar que los propietarios de automóviles deduzcan gastos personales bajo el amparo de actividades empresariales.
Uno de los puntos más discutidos es si esta nueva clasificación fiscal afectará principalmente a la clase media, que ya enfrenta la carga de poseer automóviles, muchos de ellos con varios años de antigüedad. Durante la entrevista, Morales planteó que «un rico que paga impuestos por su limusina, bien, pero esto afecta a la clase media, que ya tiene sus carros, muchas veces viejos, y que se les está tratando como si fueran grandes activos improductivos”.
Bonilla intentó despejar dudas al explicar que no se trata de imponer más impuestos por la tenencia de un carro, ya que los tributos sobre vehículos ya están vigentes. Sin embargo, la preocupación se mantiene entre quienes temen que esta reforma pueda incrementar los costos fiscales para quienes dependen de sus automóviles para su día a día.
Un aspecto que Bonilla destacó es que la categorización de un carro como activo productivo o improductivo dependerá del uso que se le dé. Vehículos afiliados a plataformas de transporte como Uber, que generan ingresos para sus dueños, se considerarán activos productivos. “Si usted pone su carro a trabajar y genera ingresos, entonces sí se considera un activo productivo”, explicó el ministro.
Un comentario del ministro sobre la preferencia de algunos por tener «limusinas» fue visto como desconectado de la realidad de la mayoría de los colombianos. Aunque la referencia pareció ser un ejemplo específico de lo observado en el extranjero, fue interpretado por algunos como una falta de sensibilidad hacia las necesidades y preocupaciones de los ciudadanos de clase media.
La intención detrás de la clasificación de vehículos como activos improductivos parece ser la de evitar que los contribuyentes trasladen gastos personales a sus declaraciones de renta como si fueran parte de una actividad económica productiva. Esto se enmarca en el objetivo más amplio de la reforma tributaria, que busca hacer más transparente y equitativo el sistema fiscal en Colombia.
“La idea es que esas deducciones se hagan de manera transparente y conforme a la ley”, concluyó Bonilla, en referencia a las prácticas que el gobierno busca controlar con esta reforma. Aunque aún faltan detalles específicos sobre cómo se implementará esta propuesta, el debate continúa abierto sobre su impacto en la vida cotidiana de los colombianos y sus finanzas.