Después de que unos 500 inmigrantes intentaron cruzar este domingo en Tijuana la valla fronteriza entre México y Estados Unidos, la desilusión se apodera de los albergues al disminuir la posibilidad de lograr el sueño americano.
Por su parte, la Secretaría de Gobernación de México (SEGOB) informó que deportará a los inmigrantes que participaron en el intento. «Dichos actos de provocación, lejos de ayudar a sus objetivos, atentan contra el marco legal migratorio y pueden resultar en un grave incidente en la línea fronteriza», afirmó en un comunicado.
El temor hacia las autoridades estadounidenses cundía en la caravana de centroamericanos, pues el grupo que intentó cruzar la frontera fracasó tras ser alcanzado por gases lacrimógenos lanzados por guardias estadounidenses, un incidente que llevó al cierre de esta frontera por unas horas.
La noticia corrió por el albergue, donde se encuentran alrededor de 5.000 personas y hasta donde regresaron, asustados y con sus ropas sucias y rasgadas, aquellos que intentaron superar un oxidado muro de lámina y una segunda valla coronada por alambre de púas.