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‘El escenario para la región aún puede ser más negativo’ | Economía

‘El escenario para la región aún puede ser más negativo’ | Economía

En línea con la revisión a la baja de las previsiones económicas de Latinoamérica para este año, que caería 9,4%, el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó su pronóstico para Colombia hasta un desplome de 7,8% en 2020.

(Lea: FMI prevé un hundimiento de la economía colombiana en 2020)

En este sentido, Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI habló con Portafolio y comentó que sigue habiendo riesgos a la baja en la región, al tiempo que apuntó que una vez que se inicie la recuperación, habrá que pasar de planes de ayuda a familias y empresas, a herramientas para impulsar el empleo y la demanda agregada.

(Lea: Gobierno espera contracción económica del 5,5% este año)

A pesar de la significativa revisión, ¿los riesgos siguen siendo a la baja?

Sigue habiendo riesgos a la baja, si la fase actual de la pandemia sigue sin controlarse, esto puede llevar a que la recuperación tenue de la segunda mitad del año se vea afectada. Pero cabe decir que estamos viendo en las economías avanzadas datos que son mejores a lo anticipado, como en consumo y empleo.

Así, se puede decir que el balance de riesgos está menos desequilibrado hacia el lado negativo que hace tres meses, pero claramente podríamos caer en un entorno peor al actual, ya sea porque se tarda más en estabilizar los contagios, o porque tenemos un resurgimiento en unos meses. Nuestro análisis asume que gradualmente se contenga la pandemia, una segunda ola crearía un escenario muy negativo.

¿Cómo se posiciona el FMI en el debate entre economía y salud?

Es una coyuntura muy complicada, con los niveles de informalidad y la mala distribución del ingreso, vemos que las cuarentenas han sido menos efectivas que en otras regiones, mucha gente que tiene que salir por su ingreso diario.

La decisión de cuándo y cómo abrir depende de cada país, pero es obvio que América Latina lo está haciendo en una etapa en la que la curva presenta más riesgos que cuando lo hizo Europa, con un nivel de contagios reducido. Esto implica la necesidad de darle un seguimiento más estrecho a los datos, incrementar pruebas y ejecutar políticas de distanciamiento y cuarentenas selectivas, y hay que estar preparados si se necesita volver a confinarse en caso de que los casos crezcan exponencialmente.

¿Qué se debe hacer con los planes de ayuda pública?

Creemos que sería prematuro retirar las políticas de apoyo a familias y empresas, pero una vez que veamos una recuperación económica más clara y en la ausencia de una vacuna se creen los marcos para convivir con la pandemia, habrá que retirar estos planes y crear otros de ayuda a la demanda agregada y a la creación de empleo para impulsar la recuperación.

La tercera etapa será la de la sostenibilidad fiscal, ver cómo garantizamos una situación sostenible a pesar de las políticas de estímulo.

¿Les preocupan los altos endeudamientos?

América Latina va aumentar 10 puntos su nivel de deuda respecto al PIB y los déficits fiscales en seis puntos, lo que creemos que es apropiado para el momento actual, pero obviamente nos preocupa, pues representa un gran reto.

Pero creemos que la mayoría de economías cuentan con una trayectoria de disciplina fiscal y marcos institucionales que les van a permitir restablecer la sostenibilidad. ¿Será difícil? sí, pero es posible. No obstante, habrá casos en los que no sea viable por procesos electorales o porque políticamente será complicado llegar a acuerdos.

¿Países como Colombia tienen más espacio para planes de estímulo?

Yo creo que hay espacio, y que el Banco de la República está haciendo un trabajo correcto en evaluar las condiciones para hacer los movimientos. Además, la estabilidad cambiaria de las últimas semanas abre la puerta a incrementar los estímulos monetarios en los próximos meses.

Y tampoco hay que descartar las actividades de intervenir en mercados de deuda pública de largo plazo y corporativa, generando condiciones menos anormales de funcionamiento. Así que sí, se puede seguir bajando las tasas.

Pese a la caída de 7,8%, ¿cómo ven a Colombia?

Chile y Colombia son los países que están siendo impactados en menor medida. De hecho, Colombia es un caso positivo, pues pese a que la covid y los precios del petróleo suponen un shock de una dimensión brutal, la contracción es una de las menores.

¿Ven posibles medidas como la renta básica?

Es importante tener políticas de apoyo, aunque dada la falta de espacio fiscal, y en el caso de Colombia que no cuenta con un grado de inversión tan sólido como Perú y Chile, hay que ser más preciso en el diseño de estos programas.

Una renta universal que haga llegar recursos a personas que no lo necesitan no sería apropiado, por lo que la focalización es clave. También que sea transitorio, y se sabe que políticamente no es fácil retirar estos apoyos. Dicho esto, creo que sí hay espacio en Colombia para este tipo de medidas.

¿Ven posible un nuevo ciclo de protestas?

Sin duda. Si uno piensa que en 2021 o 2022 vamos a tener un PIB más bajo que en 2018 o 2019, con una mayor pobreza y peor distribución del ingreso, y una carga de deuda más alta que limita las capacidades de acción, todo esto hace que las causas que dieron origen a los movimientos el año pasado se vean amplificadas.

Va a ser muy importante que la sociedad y los gobiernos encuentren una manera de reforzar el contrato social, en la que se busque una situación fiscalmente sostenible que dé soluciones a algunos de estos problemas y a cambios que permitan abrir la puerta a un proceso de mayor inversión y crecimiento.

Rubén López Pérez
En Twitter: @rlopezper

Fuente de la Noticia

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