En la bifurcación entre tecnificar lo humano o humanizar la tecnología, Irisbond se ha decantado por lo segundo. El eyetracking, o el uso de los ojos en vez de la manos para nuestra vida diaria (llamar al ascensor, sacar dinero), ha experimentado en este crisis sanitaria un notable desarrollo, y se torna como una herramienta eficaz para evitar la cadena de contagio por evitar el contacto físico y mantener la distancia social. Eduardo Jáuregui es el fundador de la compañía.
El eyetracking ha mudado de ser una oportunidad para la ciberseguridad a una necesidad en la actual crisis sanitaria. Exactamente, ¿En qué consiste esta herramienta a doble camino entre la tecnología y la innovación?
Los avanzados algoritmos de software de Irisbond, basados en inteligencia artificial, captan el movimiento ocular y lo traducen en movimientos precisos dentro de una pantalla. Gracias a eso, cualquier persona puede acceder a toda la información de forma natural, intuitiva y sin el uso de manos, permitiendo relacionarse y controlar nuestro entorno con la mirada.
¿Qué puede aportar a la vida diaria de empresas, instituciones y a la nueva normalidad de las personas?
En la nueva normalidad, las soluciones que permiten interactuar con el entorno sin necesidad de un contacto físico, como es el caso de la tecnología eyetracking, ofrecen la posibilidad de minimizar los contactos considerados vectores de contagio de la enfermedad.
Acciones como el control de accesos sin necesidad de contacto físico en edificios, centros comerciales, eventos o transporte público, realizar pagos o sacar dinero usando la mirada en vez de las manos o llamar al ascensor con sólo un pestañeo, ya son posibles gracias a esta tecnología.
¿Sirve para evitar la propagación del virus?
Definitivamente sí. Las dos medidas más importantes presentadas por la OMS para evitar la propagación del virus son mantener la distancia social y limpiarse las manos frecuentemente. Nuestra tecnología evita precisamente el uso de las manos y el contacto físico con dispositivos de uso público, permitiendo interactuar con ellos a través de la mirada. En este nuevo escenario la tecnología y la innovación juegan un papel fundamental, tanto para evitar la propagación del virus, como para mitigar su impacto negativo en la interacción de la sociedad, ya sea en lugares públicos, como en organismos estatales o empresas.
Y puede ser también un elemento significativo para la prevención … ¿Cuáles serían sus usos más comunes?
Sí, esta tecnología puede ayudar a la prevención. Por ejemplo, los ascensores son uno de los lugares en los que existe más riesgo de contagio del coronavirus, ya que requieren de un contacto físico para su uso. La aplicación del eyetracking aquí es clave, las cámaras rastrean la mirada de los usuarios y detectan en dónde se fija la vista y qué es lo que se quiere hacer, abrir o cerrar las puertas o indicar el piso al que se desee acceder sin necesidad de tocar los interruptores.
Otros ejemplos son los cajeros automáticos o bancos, donde sería posible sacar dinero usando la mirada en vez de las manos; manejar equipos o dispositivos en entornos laborales como, por ejemplo, las interfaces de los sistemas de control de las líneas de ensamblaje; o abrir y cerrar puertas como el control accesos con la mirada sin necesidad de contacto físico con los pomos, ya es posible.
¿Está extendida esta solución?
El COVID-19 ha adelantado años el despegue de esta tecnología que, si bien ya podía aplicarse, se iba relegando por no ser fundamental. No es ciencia ficción, y no son necesarios nuevos avances, porque la solución de eyetracking ya es una realidad que se puede implementar de forma sencilla en muchos aspectos de la vida.
¿De qué volumen de negocio estamos hablando? ¿Cuánto mueve el sector?
Antes de la irrupción del coronavirus, varios estudios internacionales apuntaban a que el mercado global de eyetracking se esperaba que creciera un 27,4% anual hasta 2025, siendo valorado en 287 millones de dólares en 2018*. Dada la situación actual, esas estimaciones son escasas.
¿Qué posición estratégica ocupa Irisbond como pioneros en la implantación de este tipo de Software?
Siendo líderes en la tecnología por mirada en España, impulsamos el desarrollo, fabricación y producción 100% Made in Spain.
Ya se están poniendo en marcha proyectos que implican la aplicación de esta tecnología con la idea, no sólo de ayudar en la propagación de este tipo de pandemias, sino porque además se trata de soluciones inclusivas con personas de movilidad reducida. El éxito de la implementación ayudará a garantizar una fácil replicación y transferencia a otros sectores similares. Esta aplicación, demuestra el potencial de las tecnologías digitales, la conectividad y los datos para el desarrollo socioeconómico y bienestar social.
La pandemia y las nuevas necesidades, ¿le ha hecho virar mucho el planteamiento inicial del año?
Obviamente esta crisis ha trastocado las previsiones para el 2020. Nosotros vemos las crisis como una oportunidad, y así es como la estamos afrontando. Irisbond se ha mantenido activo en todo momento, buscando nuevos retos que mejoren nuestra actividad, permitan crear y mantener empleo de calidad y aplicando soluciones innovadoras para combatir esta pandemia.
Entonces mantienen el propósito, pero han adaptado objetivos. ¿A dónde le gustaría estar a final de año?
Como aspiración o visión, nos gustaría transformar la mirada en un medio natural de interacción para cualquier persona. Tomamos como misión que nuestra tecnología lo posibilite, dotando a los dispositivos de inteligencia para que nos permitan comunicarnos con los ojos de forma natural. Esto tiene una clara vocación social en el caso de la comunicación asistida (un mercado donde nuestra tecnología es conocida mundialmente); pero también queremos estandarizar y universalizar la tecnología para que cualquier persona la utilice, bien para mejorar su calidad de vida o bien para mejorar la experiencia de usabilidad.