A raíz de la presencia del COVID-19 en nuestro día a día, hemos tenido que cumplir una serie de requisitos para limitar en lo máximo posible la propagación del virus en la sociedad, para no poner en riesgo nuestra vida y la de las personas que nos rodean esta tecnología evita que esa persona se ponga en riesgo, y de una manera rápida, segura y eficiente, puede medir la temperatura de cada uno de los trabajadores simplemente a través de un reconocimiento facial.
Si nos tomáramos la temperatura a través de nuestra huella o con un clásico termómetro de contacto, además de ser una pérdida de tiempo, pues habría que limpiar el aparato desinfectando la superficie cada vez, también supondría un riesgo más que evidente de contagio.
Está pensada tanto para centros comerciales, tiendas, hoteles, oficinas y locales, como para servicios públicos, como pueden ser hospitales y escuelas
puede calcular un baremo de entre los 32 y los 42,9 grados, con lo que realizará un aviso de alarma cuando alguno de los usuarios supere una temperatura por encima de los 37 grados.
el contacto es uno de los principales propagadores del virus, es francamente útil y seguro contar además en estos dispositivos con un dispensador recargable que permita desinfectarnos las manos de una manera rápida, fácil y eficaz.
Debido a la cantidad de veces que nos desinfectamos las manos por una cuestión de hábito, es muy posible que se nos pase alguna vez, por ello es un aspecto adicional muy positivo poder contar con estos dispensadores incorporados en las pantallas.
Cuando este virus desaparezca tendremos que estar preparados para lo que pueda venir y con este tipo de pantallas LED tendremos mucho camino ganado.