Redacción
Hasta su cuarta final de la Copa del Mundo en siete ediciones, Francia se ha acostumbrado al éxito en el escenario internacional y el centro de todo ha sido Didier Deschamps, un ganador nato como jugador y ahora un líder inspirador como entrenador.
A medida que Les Bleus se acercan al enfrentamiento del domingo con Argentina en Doha, parece notable ahora que había serias dudas sobre la llegada de este equipo francés a la Copa del Mundo.
Habían decepcionado en la Eurocopa 2020 y Deschamps ya estaba lidiando con una crisis de lesiones antes de que el ganador del Balón de Oro, Karim Benzema, se retirara del equipo en la víspera del torneo.
Sin embargo, las circunstancias han sacado lo mejor del seleccionador de Francia, que rompió sus planes tácticos y logró un golpe maestro al convertir al delantero Antoine Griezmann en mediocampista.
Los propios comentarios de Griezmann durante la competencia contaron una historia.
«Le debo todo en mi carrera internacional. Lo doy todo por la camiseta, por Francia, pero también por él», dijo la estrella del Atlético de Madrid, quien podría decirse que ha sido el jugador del torneo.
«Cada juego, cada acción es como si yo le diera las gracias. Quiero hacer todo lo posible para que se sienta orgulloso de su número siete».
Deschamps puede ser ridiculizado por algunos fanáticos que sienten que su equipo debería jugar un fútbol más atractivo.
Pero los comentarios de Griezmann revelaron algo más sobre Deschamps: que sus habilidades de gestión de hombres son incluso más importantes que la táctica.
«Le gusta hablar con sus jugadores y saber lo que sientes. Cada vez que te da una orden o un consejo lo sigues», dijo Griezmann.
El hecho de que Deschamps sea tan respetado y admirado por sus jugadores se debe sin duda en parte a lo que logró en su propia carrera.
Un centrocampista que una vez fue tachado de «aguador» por Eric Cantona, tenía 24 años cuando capitaneó al Marsella en la victoria en la final de la Liga de Campeones de 1993.
Más tarde, ganador de la Liga de Campeones con la Juventus, dirigió a Francia a la victoria en la Copa del Mundo de 1998 y la Eurocopa 2000 antes de retirarse a los 32 años.
– ¿Nuevo contrato? –
Les Bleus realmente no han mirado atrás desde esos triunfos formativos. Durante una generación se han convertido en la potencia preeminente del fútbol internacional.
Deschamps ha sido la fuerza impulsora detrás de eso, aunque después del final de su carrera como jugador hubo un período exitoso en la gestión del club.
Llevó al Mónaco a la final de la Liga de Campeones de 2004 a los 35 años y llevó al Marsella a un título de la Ligue 1 antes de reemplazar a Laurent Blanc como entrenador de Francia en 2012.
Luego, Francia luchaba por reconstruirse después del desastre de la Copa del Mundo de 2010 en Sudáfrica.
Una década después, están en su tercera final en los últimos cuatro grandes torneos y también ganaron la UEFA Nations League el año pasado.
Entonces, ¿cómo sigue haciéndolo?
«Es muy difícil ganar, sobre todo un Mundial, y es aún más difícil volver a ganarlo», dijo a la AFP poco antes del torneo.
«Necesitas calidad y talento, pero esas cosas por sí solas no son suficientes. Sin la mentalidad, la mentalidad correcta y la determinación, es imposible ganar a este nivel».
Impulsada por Deschamps, Francia es la primera campeona mundial en regresar a la final desde Brasil en 1998, ya que busca convertirse en el primer equipo en 60 años en retener el trofeo.
Ciertamente ha sido diferente a 2018, con la mitad de la alineación de Francia cambiando, en parte debido a las lesiones de jugadores clave como Paul Pogba, N’Golo Kante y Lucas Hernández.
En 2018, Deschamps se convirtió en el tercer hombre en ganar el trofeo como entrenador y también como jugador, siguiendo al brasileño Mario Zagallo y al alemán Franz Beckenbauer.
Ahora está a un partido de convertirse en el primer entrenador en levantar dos veces la Copa del Mundo en la era de la posguerra.
Pase lo que pase el domingo, la carrera de Francia hasta este punto significa que Deschamps, que no tiene contrato, es libre de decidir si quiere quedarse y llevar a Les Bleus a la Eurocopa 2024.
La expectativa es que lo haga, a pesar de que la figura de Zinedine Zidane acecha en las sombras.
«Yo no soy lo más importante aquí», dijo tras vencer a Marruecos.
«Tenemos la oportunidad de retener nuestro título y eso ya es un gran logro. Esperemos que podamos ser aún más felices el domingo».
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