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El gobierno de unidad de Sudán del Sur se prorrogó dos años como parte de una nueva “hoja de ruta” hacia la paz.
El ministro de Asuntos Gubernamentales, Martín Elia Lomuro, dijo a los diplomáticos el jueves que el presidente del país, Salva Kiir, y el primer vicepresidente, Riek Machar, apoyan esta nueva medida.
“Después de largas deliberaciones, el comité acordó extender el período de transición por 24 meses”, dijo Lomuro.
Según él, “se ha acordado una nueva hoja de ruta para abordar los desafíos que están obstaculizando la implementación del acuerdo de paz”.
El período de transición actual de dos años estaba programado para finalizar en 2022 después de varios aplazamientos, pero se retrasó hasta febrero de 2023.
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Representantes de EE.UU., Reino Unido y Noruega, la “troika” que patrocinó la independencia del país en 2011, boicotearon la reunión en la que se anunció la prórroga.
Escribieron en una carta al presidente Salva Kiir que deploraban el hecho de que no se consultara a todas las partes interesadas.
“Le escribimos personalmente para expresarle nuestra profunda preocupación de que se deben realizar consultas inclusivas con la sociedad civil, los grupos religiosos, los actores económicos, los grupos de mujeres, los representantes de la juventud, las personas eminentes y los socios internacionales antes de que se modifique el R-ARCSS”, escribieron. .
“Que el pueblo de Sudán del Sur y la comunidad internacional consideren legítima una hoja de ruta o una extensión depende de un proceso de consulta inclusivo”, agregaron.
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Advirtieron que “no pueden garantizar que podamos respaldar una hoja de ruta o una extensión en otras circunstancias. La hoja de ruta debe demostrar cómo una nueva extensión difiere de las anteriores e incluye pasos para un progreso claro en la construcción de las instituciones y los mecanismos necesarios para celebrar elecciones”.
Hace dos años, las facciones políticas rivales de Sudán del Sur firmaron un acuerdo de paz que marcó el comienzo de un gobierno de unidad que se suponía restauraría la paz en el país.
El exlíder rebelde de Sudán del Sur Riek Machar y otras tres personas prestaron juramento como vicepresidentes.
La formación de un gobierno de unidad fue vista como un movimiento importante que podría poner fin definitivamente a años de lucha en el país.
Según el acuerdo, el ex vicepresidente Machar volvió a su puesto anterior después de que el presidente Kiir lo destituyera.
El organismo de África Oriental, Igad, dijo este año que el acuerdo de paz firmado en 2020 enfrentaba desafíos, incluidos problemas no resueltos sobre la redacción de una nueva constitución y los preparativos para nuevas elecciones.
“Igad como región no puede estar en paz cuando Sudán del Sur está derramando sangre. Realmente me gustaría hacer un llamado a la comunidad internacional para que apoye al pueblo de Sudán del Sur en el apoyo al proceso de paz”, dijo el Enviado Especial de Igad para Sudán del Sur, Ismail Wais, a los diplomáticos en la capital, Juba, en febrero.
El presidente Salva Kiir ha dicho que no participará en las próximas elecciones, que se llevarán a cabo sin realizar un censo, algo a lo que se opuso su antiguo rival, Riek Machar.
También hay preocupaciones del Sr. Machar sobre la realización de elecciones sin que se forme un ejército nacional unificado, se redacte una nueva constitución, se realice un censo y se permita a millones de refugiados en países vecinos regresar a casa para votar.
En abril de este año se formó un comando unificado de las fuerzas armadas con la integración de los comandantes de la oposición en la estructura de las fuerzas armadas.
Según la nueva estructura, la facción del presidente tiene una representación del 60% mientras que la oposición ocupa el 40% restante.
El acuerdo más reciente se firmó en 2015, pero no ayudó a poner fin al conflicto. Sudán del Sur se independizó en 2011 del norte de Sudán, pero estallaron los combates dos años después.
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