Se estima que 420.000 fanáticos atravesaron las puertas de Albert Park entre el jueves y el domingo, un promedio de 105.000 espectadores por día, para ver la primera carrera en las calles de Melbourne desde 2019.
La cifra del fin de semana superó los 400.000 logrados en el Gran Premio de Estados Unidos del año pasado en Austin, el mejor resultado de asistencia de la F1 en 2021. Sin embargo, no alcanzó los 520.000 aficionados que asistieron al Gran Premio de Australia de 1995, la última carrera en Adelaida antes de que la F1 cambiara el evento a Albert Park.
El jefe de Australian Grand Prix Corporation, Andrew Westacott, cree que la cifra en el evento de este año podría haber sido aún mayor si se les hubiera permitido vender boletos adicionales. Se estima que 25,000 fanáticos se perdieron un boleto para el día de la carrera, y el evento se agotó con varios meses de anticipación.
El viernes, el héroe local Daniel Ricciardo dijo que Albert Park era claramente el más concurrido que jamás había visto.
«Siempre ha sido bastante salvaje aquí, no se puede negar eso», dijo. «Pero sentí que había subido un nivel, o dos, o tres. Definitivamente es una buena locura y hay mucho apoyo y amor. Creo que todos están emocionados de tener la carrera de vuelta».
