EL GRITO: Paal Engers robó, pero devolvió, la imagen en 1994 Crédito de la foto: CC/JRodSilva
Paal Enger, ex futbolista noruego que saltó a la fama por robar el cuadro de Edvard Munch, El grito, murió en Oslo a los 57 años el 29 de junio.
El jefe de prensa del Valerenga Fotball, donde Enger jugó cuando era adolescente, informó a Associated Press (AP) de su muerte sin proporcionar más detalles, aunque el periódico noruego Dagbladet informó que murió en Oslo.
Enger cumplió su primera condena a los 19 años, un año después de debutar como futbolista. Tras su liberación, inició su carrera delictiva con una serie de robos de arte y joyas.
Entre ellos, un intento de robar una versión de El grito de la Galería Nacional de Oslo. Al no poder localizarla, robó otro cuadro de Munch, Amor y dolor, pero en un documental de 2023 dijo que su fracaso provocó una decepción “que duró días”.
Enger estuvo cuatro años en prisión por ese robo, pero finalmente logró robar El grito, valorado en 50,45 millones de euros, el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, que comenzaron el 12 de febrero de 1994 en Lillehammer. Dejó un mensaje que decía: “¡Mil gracias por la mala seguridad!”.
La imagen fue recuperada intacta en mayo de ese mismo año, escondida en un hotel de Asgardstrand después de que Enger confesara haberla tomado.
En los años siguientes, fue condenado repetidamente por robo de obras de arte y delitos relacionados con drogas, y una vez concedió entrevistas a medios de comunicación y televisión mientras estaba prófugo tras escapar de una prisión abierta en 1999.
Encarcelado nuevamente en 2007, Enger comenzó a pintar pero aún prefería una vida delictiva y en 2015 fue arrestado y acusado de robar 17 pinturas, dejando atrás su billetera y su identificación.
Aunque nunca se casó, Enger posiblemente deja cuatro hijos, habiendo afirmado en una ocasión haber sido padre de cuatro hijos con cuatro mujeres de cuatro países diferentes.
