El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo que el secretario general “condena enérgicamente” los recientes ataques del ejército de Myanmar en el estado de Rakhine y la región de Sagaing que, según se informa, se han cobrado la vida de muchos civiles.
“El Secretario General está profundamente preocupado por las crecientes ramificaciones regionales del deterioro de la situación en Myanmar y reitera su llamado a un enfoque unificado”, dijo Dujarric.
Conflicto en Myanmar
El estado de Rakhine en Myanmar ha experimentado un aumento de la violencia entre el ejército de Myanmar y el ejército de Arakan que ha dejado a decenas de miles de personas sin hogar.
Según los informes, muchos de los ataques se dirigieron a la comunidad minoritaria musulmana rohingya, que ha residido en Rakhine durante generaciones pero a la que se le ha negado la ciudadanía plena. Cientos de miles de personas se vieron obligadas a huir desde allí a Bangladesh en 2017 tras la persecución de las fuerzas gubernamentales.
Los ataques contra la etnia Rakhine en el oeste de Myanmar y la actual persecución de los rohingya subrayan la necesidad de proteger a todas las comunidades.
Durante los ataques, algunos miembros de esta comunidad sufrieron decapitaciones e incendios de sus viviendas. Datos recientes de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) reveló que cerca de 226.000 personas de esta comunidad han sido desarraigadas debido a la violencia que necesitan reasentamiento.
Aún más, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) había denunciado anteriormente casos de “disparos contra aldeanos desarmados que huían” y desapariciones en Myanmar.
Actualmente se reconoce que el país es un foco de hambre donde “es probable que la inseguridad alimentaria aguda se deteriore aún más en los próximos meses”.
Ser responsable
Dujarric, dijo que los recientes incidentes “contra la etnia Rakhine en el oeste de Myanmar, y la actual persecución de los rohingya, subraya la necesidad de protección de todas las comunidades.”
Dijo que en muchas partes de Myanmar se informan constantemente de bombardeos aéreos y violaciones de derechos humanos y que “los responsables deben rendir cuentas”.
Además, dijo que el Secretario General “pide a todas las partes en el conflicto que ejerzan la máxima moderación, prioricen la protección de los civiles de conformidad con el derecho internacional humanitario y eviten una mayor incitación a la tensión y la violencia comunitarias”.
Dujarric dijo que el Secretario General está instando a los estados miembros y a las partes interesadas a apoyar a su recién nombrada Enviada Especial, Julie Bishop mientras trabaja para fomentar la paz sostenible a través de una estrecha cooperación con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y los países vecinos.
