NAIROBI (Reuters) – Un líder de una secta keniana acusado de ordenar a sus seguidores que se mataran de hambre compareció el martes ante un tribunal mientras los investigadores buscaban más cuerpos en un bosque en el este de Kenia donde ya se han desenterrado 101 cadáveres.
Las autoridades de Kenia dicen que los muertos eran miembros de la Iglesia Good News International, dirigida por Paul Mackenzie, de 50 años, quien había predicho que el mundo terminaría el 15 de abril y ordenó a sus seguidores que se suicidaran para ser los primeros en ir al cielo.
El número de muertos es de 109: 101 cuerpos, en su mayoría niños, encontrados en fosas comunes y ocho personas encontradas vivas que luego murieron, pero podrían aumentar aún más. El Ministerio del Interior dijo que más de 400 personas están desaparecidas.
Mackenzie, quien está bajo custodia policial, no ha comentado públicamente sobre las acusaciones en su contra ni se le ha pedido que se declare culpable de ningún cargo penal. Dos abogados que actúan en su nombre se han negado a comentar.
Un investigador involucrado en el caso, que no quiso ser identificado, dijo a Reuters que Mackenzie ha negado haber ordenado ayunar a sus seguidores.
Mackenzie enfrenta una serie de cargos relacionados con presuntos delitos anteriores, pero los fiscales aún no han emitido una hoja de cargos en relación con las fosas comunes.
Citizen Television mostró a Mackenzie compareciendo ante un tribunal en la ciudad costera de Malindi, aproximadamente a una hora y media en automóvil desde el bosque de Shakahola donde se encontraron las fosas comunes.
Llevaba una camisa rosa y una chaqueta, de pie junto a otros ocho miembros de la secta.
Los medios de Kenia informaron que el tribunal de Malindi transfirió el caso a la ciudad portuaria más grande de Mombasa.
El patólogo jefe del gobierno dijo el lunes que hasta el momento se han realizado 10 autopsias, en los cuerpos de un adulto y nueve niños. La mayoría mostró signos de inanición, mientras que dos niños mostraron signos de asfixia, dijo.
(Reporte de George Obulutsa, Humphrey Malalo y Duncan Miriri, editado por Angus MacSwan)