Redacción
Pese a la emergencia que vive el país por la pandemia, los hechos de violencia en algunos lugares no cesan. En la noche del miércoles, un líder comunal y 3 integrantes de su familia fueron asesinados en el Cauca a manos de un banda armada, y hace apenas 3 días otras tres personas murieron violentamente en el norte del Cauca y cuatro más resultaron heridas tras ser atacadas por desconocidos.
Por estas acciones, la Conferencia Episcopal manifestó su dolor y preocupación. “Nos alarma particularmente la guerra sin cuartel que se viene librando por el control de los eslabones que hacen parte de la destructiva maquinaria del narcotráfico”, dijeron los obispos de país en una comunicación conocida este jueves.
La situación, en opinión de estos obispos, es crítica, pues, según dicen, son muchas las comunidades del país que viven en situaciones de extrema pobreza, no tienen oportunidades, han vivido la violencia durante años y ahora, a sus preocupaciones, se juntó la expansión del virus.
“A esta dura realidad, se suman los asesinatos de hermanos y hermanas -entre ellos algunos líderes sociales-, el reclutamiento forzado de menores de edad, los desplazamientos, las extorsiones, las amenazas y los atentados contra la naturaleza y la infraestructura del país”, reza la comunicación de la Conferencia Episcopal.
Por eso, se unieron al llamado del Papa Francisco y a la comunidad internacional para que las organizaciones armadas ilegales “detengan la dinámica de la violencia con la que sólo se consigue sufrimiento, pobreza y muerte».
«Urgimos el alto al fuego y el cese de todos los enfrentamientos, que hagan prevalecer las razones humanitarias y favorezcan la atención de las necesidades básicas de todos”, insisten.
Valoran alto al fuego del Eln
Para esta instancia de la iglesia católica, la emergencia que vive el mundo reclama hechos de humanidad, de solidaridad y de encuentro con los que se alivie el dolor de las personas y que se fortalezca el trabajo para superar la crisis.
Por eso, valoraron el beneficio humanitario que trajo a algunas comunidades el cese al fuego decretado por el ELN. Y agregaron que “instamos a esta guerrilla a reconsiderar su decisión de terminarlo y, más bien, a prolongarlo indefinidamente”.
Y manifestaron: “Los obispos, los sacerdotes y consagrados, en ejercicio de nuestra misión pastoral, continuaremos acompañando y sirviendo a las comunidades que nos han sido confiadas; con ellas seguiremos orando y trabajando por la reconciliación, así como animando los esfuerzos de personas e instituciones para construir puentes hacia la justicia y la paz en nuestro país».
En medio de este llamado, el nuevo arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda, también lamentó los hechos sucedidos en el Cauca en la noche del miércoles, en los que que, según dijo, «fue masacrada, en el municipio de Mercaderes, la familia del presidente de la Junta de Acción Comunal, don Álvaro Narváez, su esposa, un hijo y una nieta”.
Monseñor Rueda celebró «la desmovilización de 22 muchachas y muchachos que, en la zona del Micay, dejaron las armas, dejaron el ELN y se quieren reintegrar a la sociedad para servir a la vida, a la paz y a la reconciliación».
«Pero nos duele inmensamente que los violentos, los narcotraficantes, los que alzan las armas contra los campesinos, contra los líderes sociales siguen asesinando en medio de las tinieblas», dijo el nuevo arzobispo de Bogotá.
Llamado al consuelo
De igual forma, monseñor Rueda pidió consuelo para la familia de las víctimas de este nuevo hecho violento y para la comunidad: “Que el Señor, con su amor misericordioso, transforme el corazón de los violentos para que les muestre el verdadero camino de la vida, de la reconciliación y de la paz”.
Además, aseguró que, de ser necesario, están dispuestos a dar su vida por el pueblo: “Somos iglesia sufriendo con los campesinos, con nuestros líderes. Nosotros como iglesia, hombres y mujeres, en esta semana vocacional seguimos reafirmando que confiamos en el reino de Dios, reino de vida, de justicia y de paz, y estamos dispuestos a dar nuestra vida, a morir, si es el caso, por defender y acompañar a los pueblos que sufren”.
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