Las violaciones a la libertad de prensa en el marco del conflicto armado en Córdoba, Arauca y Caquetá, son el tema principal de un informe entregado por la Flip a la Comisión de la Verdad.
Este lunes, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) le entregó a la Comisión de la Verdad el informe ‘La información como campo de batalla’. Una investigación sobre las violaciones a la libertad de prensa en el marco del conflicto armado colombiano en los departamentos de Córdoba, Arauca y Caquetá.
Asesinatos, amenazas, desplazamiento, presiones, hostigamiento a medios y periodistas, entre otros tipos de violencia son el común denominador encontrado en este trabajo. Pese a la firma del Acuerdo de Paz, la prensa sigue siendo silenciada en algunas zonas del país y en algunos municipios donde prácticamente está prohibido ejercer libremente el periodismo.
Al tiempo, se vive actualmente un gran temor en distintas zonas del país por el renacimiento o persistencia de este tipo de violencias que aumentan la zozobra en los periodistas y resultan en zonas silenciadas del país.
La presentación del informe se hizo a través de un conversatorio entre Daniel Chaparro, director de la investigación; Gabriel Arias, coordinador de la Dirección de Conocimiento de la Comisión de la Verdad; las periodistas Rosemary Betancourt, de Caquetá, Mabel Varela, de Arauca y el periodista Jorge Otero, de Córdoba; todos representantes de las regiones donde se adelantó la investigación y quienes coincidieron en que el miedo ha obligado a los periodistas a convertirse en voces oficialistas incapaces de criticar e investigar las irregularidades que se viven en estos territorios.
Daniel Chaparro, director de la investigación ‘La información como campo de batalla’ explicó algunos apartes del documento, especialmente el temor que se vive en las regiones por la continuación de la violencia contra los periodistas y los medios. “Durante la investigación logramos ver formas de presión no violenta. Manipulación y abusos de autoridad por parte de los actores armados que terminan obligando a los periodistas a hacer lo que quieren los comandantes”, aseguró.
Por su parte, Rosemary Betancourt, directora de la emisora comunitaria de El Paujil en Caquetá, habló de la continuidad de las amenazas a periodistas en su departamento y la forma como estas influyen en el ejercicio de la profesión. “Hemos ido pasando del periodismo crítico a un periodismo sesgado al oficialismo. Hoy en día los periodistas tienen miedo porque las amenazas no vienen solo de los actores armados sino de quienes se sientan en escritorios. Además, no se ha hecho justicia en los asesinatos que se han cometido y todo esto termina acabando con el periodismo crítico”, dijo.
Mabel Varela, hija del periodista Efraín Varela, asesinado en Arauca en el año 2002, narró el éxodo de periodistas que se vivió en la región tras el crimen de su padre y los riesgos que corrieron los pocos que siguieron ejerciendo y que se convirtieron en objetivo de militar de diferentes actores. “El miedo lo manipula todo y hoy los medios solo informan lo que digan las instituciones y eso acabó con el periodismo de investigación”.
Por su parte, Jorge Otero, poeta y periodista cordobés, contó cómo ha recibido varias amenazas de muerte por parte de diversos actores armados y como hoy en día muchos periodistas se han vuelto “lectores de boletines de prensa dedicados a transmitir información oficial” y aseguró que “llegó la hora de devolverle el valor ético a la profesión de periodista en Córdoba y en todo el país. El periodista debe confrontar, dejar de hacer publirreportajes”.
Finalmente, Gabriel Arias, coordinador de la Dirección de Conocimiento de la Comisión de la Verdad, recalcó el valor del periodismo para la democracia y la importancia de este informe para el trabajo de la Comisión.
“Quiero agradecer la voluntad de la FLIP por darnos insumos para nuestra investigación. Es un insumo muy importante, lo vamos a leer, a analizar y a confrontar. Nosotros como Comisión de la Verdad también nos vemos afectados por el miedo de víctimas y victimarios que no quieren hablar porque sigue habiendo muchas presiones. Todo este tema de afectaciones a la prensa es de mucha importancia porque seguramente vamos a encontrar ahí mucha riqueza para ahondar en nuestro relato”.