Un emotivo momento llenó de esperanza y admiración las redes sociales cuando un vigilante asistió, con su uniforme de trabajo, a la ceremonia de graduación de su hija en la Institución Etnoeducativa San Antonio de Buenaventura. El evento, que se celebró el pasado 22 de noviembre, se convirtió en un símbolo del sacrificio y apoyo incondicional de los padres.
Durante la ceremonia, los estudiantes de undécimo desfilaron acompañados de sus familias en una calle de honor decorada con globos y aplausos. Entre ellos, este padre destacó por su uniforme de guardia de seguridad, llevando a su hija con orgullo hasta el coliseo principal. La imagen del momento, compartida en redes sociales por la institución, se volvió viral rápidamente, con mensajes que exaltaban su valentía y amor paternal.
Un internauta comentó: “Qué orgullo para los dos. No importa de dónde vengas; haz sentir a tus padres como nunca, que ese es el mejor regalo para ellos”. Estas palabras reflejan la esencia de la historia: el esfuerzo de un padre que, a pesar de sus ocupaciones laborales, no dudó en acompañar a su hija en uno de los momentos más importantes de su vida.
La institución también dedicó un mensaje especial a los graduandos: “Hoy celebramos el fin de una etapa y el inicio de nuevas aventuras. Que este diploma sea solo el primer paso hacia sus sueños más grandes”.
Este evento contrasta con la compleja situación económica que vive el sector educativo en Colombia. La crisis del Icetex, que recibió solo 30.000 millones de pesos de los 432.000 millones esperados para 2024, ha generado incertidumbre entre miles de estudiantes. El ministro de Educación, Daniel Rojas, instó a las universidades privadas a ajustar sus calendarios académicos mientras se gestionan los desembolsos pendientes, asegurando que el gobierno mantiene su compromiso con la educación.
A pesar de estas dificultades, historias como la de este padre y su hija destacan la importancia del esfuerzo y el apoyo familiar para superar los desafíos y alcanzar metas significativas.