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El origen y la evolución de la cosmética

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Diversos informes dermatológicos internacionales señalan que una mujer usa más de 10 cosméticos por día. Un promedio de 12 productos forma parte de su rutina diaria vinculada al cuidado de su higiene y estética. Un conjunto de cremas, lociones, protectores solares, tinturas, desodorantes y maquillajes. Y también indican que cada vez más hombres se suman a esos hábitos relacionados con el cuidado de la piel.

Como todas las prácticas humanas, el empleo de la cosmética ha evolucionado. Al ritmo de los parámetros de belleza. Y junto con ello, lo ha hecho el accionar de la industria y del mercado. Pero lo cierto es que el uso de los productos que hoy encontramos bajo marcas como Clinique tiene mucha historia.

La cosmética natural del Antiguo Egipto

La preocupación por la apariencia física se remonta al Antiguo Egipto. Las primeras civilizaciones elaboraban y utilizaban sustancias para cuidarse y verse mejor. Los productos que antecedieron las actuales fórmulas de Kiehls Colombia eran logradas con insumos de la naturaleza. Del mundo vegetal y animal.

Su principal materia prima eran las plantas aromáticas, antisépticas y medicinales. Sus raíces, hojas, flores y semillas. Y las especias que les brindaba el entorno natural. Pero también empleaban derivados de animales e insectos. Se dice que Cleopatra cuidaba e hidrataba su piel bañándose con una mezcla de leche y miel. Aún valoradas y usadas por Clinique Colombia.

Ungüentos, jabones y perfumes artesanales también formaban parte de la rutina de los egipcios. Porque no sólo se cuidaban para mantener una buena salud. Si no que ya querían oler bien. Un deseo que se expandió geográficamente. Y evolucionó temporalmente. Hasta convertirse en el gran mercado actual. En el que diversos jugadores compiten en variedad, calidad y Clinique precio.

El negocio de la cosmética en Roma y Grecia

En las civilizaciones de Roma y Grecia, la cosmética ocupaba un lugar preponderante. No sólo para las mujeres, sino también para los hombres. Ambos géneros valoraban el hecho de mantener un buen aspecto físico. E intentaban alcanzarlo con mascarillas, maquillajes, peinados y baños termales.

A modo de gel, fijador o serum incorporaron la lanolina para darle forma al pelo. Una sustancia grasosa sustraída de la lana de los corderos y el pelo de los caballos. Que todavía en la actualidad forma parte de los insumos naturales de la industria farmacéutica. Y de la cosmética, encontrándola en innumerables productos de Clinique ofertas.

Para tener la piel blanca y lisa muchas mujeres se aplicaban mascarillas durante la noche. Conformadas por aceite de oliva, cera de abeja y flores, sobre todo rosas y jazmines. Pero los baños termales tenían objetivos que iban mucho más allá de lo cosmético. Además del cuidado y la higiene, tenían fines relajantes y sociales. Eran espacios de reunión en los que se estrechaban vínculos personales y comerciales.

La cosmética indígena: un medio para dar un mensaje

Actualmente, las personas utilizan productos Clinique para cuidar la piel. O maquillajes para mejorar su imagen. Pero para los pueblos originarios pintarse la cara y el cuerpo tuvo y tiene otro fin. Para las tribus indígenas americanas y africanas el maquillaje es un medio de expresión. Según la forma y el estilo, es un mensaje respecto del estatus, la pertenencia, la sabiduría y la amistad, entre otros.

Los indígenas se expresaban a través de diversas figuras geométricas o imágenes relacionadas con las creencias. Plasmadas en sus rostros y cuerpos. Relacionadas con el grupo del que formaba parte. Y con la jerarquía que tenían dentro de la tribu. Con el maquillaje también rendían homenaje a sus antepasados, a la naturaleza y a los dioses. Celebraban distintas festividades y cumplían con múltiples rituales tradicionales.

La cosmética actual: la importancia del aspecto y el avance hacia lo natural

La industria cosmética ha evolucionado mucho y lo sigue haciendo. Al ritmo de un consumo incesante vinculado a la importancia que se le otorga la apariencia física.  Las redes sociales y la publicidad a través de influencers impactan en las ventas. Y las marcas como Kiehls trabajan en la innovación y la personalización de sus productos.

La industria y la ciencia cosméticas desarrollan investigaciones y emplean nuevas tecnologías. Incorporan nuevos ingredientes y prueban diversas texturas y consistencias. Con el objetivo de adecuar los productos Kiehl’s a las necesidades de cada tipo de piel. Y aspirando a mantener la eficacia con fórmulas lo más naturales posible.

En una era en la que la imagen parece serlo todo el cuidado del medio ambiente está cada vez más presente. Consumidores y consumidoras valoran los componentes y resultados catalogados bajo el prefijo “bio”. Kiehls productos que prescinden de determinados químicos. Son elaborados con un menor consumo de agua o energía. O que no están testeados en animales, por ejemplo.

La cosmética del mañana

En este contexto se puede vislumbrar que el futuro de la cosmética está asociado a dos conceptos. La sustentabilidad y la personalización atravesarán la elaboración de los productos. Para el cuidado de la piel y para mejorar la estética. Algo que seguramente también impactará en los Kiehls precios. Pero que garantizará un tratamiento adecuado y amigable con el medio ambiente.

La industria está comprometida con esta premisa. A nivel mundial, vuelca gran parte de sus recursos en la investigación y el desarrollo. Tendientes a lograr productos eficientes y comercializables elaborados con insumos más ecológicos y sostenibles. Dejando de lado componentes no deseados por los consumidores como sulfatos y parabenos. La denominada “belleza limpia”, que promete cuidado sin daños personales ni al entorno.

Volviendo a las redes sociales, su impacto permanente y masivo demanda cada vez más personalización. Son un escenario de alta competencia para las marcas. Y un desafío de igual calibre. Tanto que invierten en especialistas que se dedican a aconsejar individualmente. A recomendar determinados cuidados y productos según las características del consumidor. Abandonando la venta despersonalizada.

Aparentemente, el mundo de la cosmética tiende a volver a los orígenes. A mejorar la salud y la apariencia nutriéndose de la naturaleza y sin dañarla.

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