DOHA, Qatar (AP) — Durante 90 minutos, la masa corpulenta y enmascarada que es Joško Gvardiol mantuvo a raya a los grandes delanteros de Bélgica con entradas oportunas, ninguna más grande que su parada sobre Romelu Lukaku a los dos minutos del tiempo de descuento.
Luego, el croata de 20 años, que se está convirtiendo rápidamente en el defensa central más buscado de Europa, se acercó a un costado del campo y se acercó a abrazar a su madre y llorar.
El hecho de que Croacia concediera sólo un gol en sus tres partidos de grupo en el Copa Mundial se debe en gran parte a la actuación de Gvardiol, quien, a pesar de su gran estatura, es apodado «Pequeño Pep» debido a las similitudes de su apellido con el del técnico del Manchester City, Pep Guardiola.
“Es el mejor defensor del mundo”, dijo el técnico croata Zlatko Dalić a través de un traductor después del partido del jueves. “Incluso si actualmente no es el número 1, se convertirá en el número 1”.
Si bien recientemente extendió su contrato con Leipzig hasta 2027, se informa que Gvardiol es un gran objetivo de transferencia para Chelsea, que no debería tener problemas para pagar una cláusula de rescisión de 50 millones de euros (50 millones de dólares) incluida en su acuerdo con el club alemán.
Mientras tanto, los veteranos defensas croatas Dejan Lovren y Domagoj Vida, ambos de 33 años, se han hecho cargo de Gvardiol. Su incorporación a un equipo que en 2018 llegó a la final de la Copa del Mundo ha agregado otra dimensión en términos de físico y juventud.
“Disfruta de un gran apoyo de Lovren tanto dentro como fuera del campo, y Vida también ayuda con consejos adicionales”, dijo Dalić. “Estoy feliz de ver lo bien que trabajan juntos”.
Gvardiol usa una máscara facial durante el torneo porque se rompió la nariz cuando chocó con Willi Orbán durante un partido de la Bundesliga el 10 de noviembre, el día después de que fue nombrado para la selección de Croacia para la Copa del Mundo.
Lo próximo para Gvardiol y Croacia es un partido de octavos de final el lunes contra un equipo de Japón que viene de una inspiradora victoria sobre España y logró adelantar a la tetracampeona Alemania, que quedó eliminada en uno de los grupos más competitivos.
“Antes del final de la fase de grupos, si pudiéramos elegir al oponente en la próxima ronda, tal vez algunos dirían Japón”, dijo Dalić el viernes. “Pero después de ver que vencieron tanto a Alemania como a España, son todo menos un oponente fácil”.
El núcleo del equipo croata sigue siendo su experimentado trío en el centro del campo formado por Luka Modrić, Mateo Kovačić y Marcelo Brozović, además del extremo Ivan Perišić.
A la edad de 37 años con 158 apariciones internacionales, Modrić todavía puede dominar los partidos más importantes del fútbol tanto con el Real Madrid como con Croacia.
Perišić, que también tiene 33 años, nunca parece cansarse en la banda izquierda. Corrió 72,5 kilómetros durante los siete partidos de Croacia en la Copa del Mundo de 2018 y podría romper esa marca en Qatar.
Mientras que el entrenador Roberto Martínez anunció que dejaría el equipo de Bélgica después de que su «Generación Dorada» fuera eliminada luego de un empate 0-0 con Croacia, Dalić dijo que no ha terminado con su selección nacional, sin importar cómo Croacia termine este torneo.
“Este equipo es una mezcla de juventud y experiencia”, dijo. «Tengo más planes para la Eurocopa 2024 y solo entonces podría reflexionar sobre dar otros pasos y movimientos en mi carrera».
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