La forestación comercial podría ser uno de los sectores con potencial de oportunidades para desarrollar la bioeconomía en el país, volviéndolo así no solo un motor de empleo, sino promotor de prácticas sostenibles y formales que aumenten el Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
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En conversación con Juan Miguel Vásquez, director ejecutivo de la Federación Nacional de Industriales de la Madera (Fedemaderas), el líder gremial aseguró que la economía forestal hoy en día produce un total de 3,2 millones de metros cúbicos (m3) y abastece el 50% del consumo nacional.
Además, en la actualidad el país cuenta con una vocación forestal de más de 24 millones de hectáreas, siendo 7,5 millones de ella de alta aptitud. “Es decir, tierras en donde no existen problemas jurídicos, territoriales o en donde las condiciones climatológicas son las apropiadas”, apuntó.
Si bien esta es una de las actividades que está bajo el escrutinio por considerase en muchos casos como “depredadores” del ambiente, lo cierto es que en el marco de la formalidad, las productividades de esta industria medidas por metros cúbicos por hectárea y en algunas regiones del país, resultan siendo mejores que las de Brasil.
“Con 10 millones de hectáreas de plantaciones se movilizan más de 4 millones de empleos y una economía forestal y de derivados de la madera superior a los US$26.000 millones, es decir genera para ese país más de los ingresos de Ecopetrol en un año como el 2021”, dijo el director.
Vale la pena destacar que según cifras del sector, el renglón forestal junto con la transformación de la madera aporta un 0,9% al PIB nacional, por lo que el país aún no pierde el potencial de desarrollar una bioeconomía “pero sin comprensión, apoyo y entendimiento por parte del Gobierno es complejo hacer realizables proyectos a gran escala”.
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En ese sentido los empresarios y el gremio de este sector vienen alertando una serie de afectaciones por cuenta de la incertidumbre que se viene evidenciando en el modelo del negocio de la economía forestal.
De acuerdo con Vásquez, una de las principales alertas es la intención de separar la política entre las fuentes de madera que provienen del bosque natural y de las plantaciones forestales comerciales.
“No solo es un error sino que sataniza a diferentes eslabones sin necesidad, alimentando la incomprensión sobre modelos de negocio que claramente no son igual y por ende no pueden competir”, señaló.
Explicó también que el retiro de incentivos al sector de trae “muchas” consecuencias por cuenta de que genera incertidumbre “no tener espacios de diálogo y claridad en la coyuntura”.
Cabe resaltar que en Colombia la economía forestal se provee de 542.000 hectáreas de cultivos de plantaciones y un potencial de 267.000 hectáreas de bosque natural.
Plantaciones
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Por otra parte, el directivo destacó que la industria y la empresa maderera se ha mantenido resiliente a pesar de los anuncios y decisiones del Gobierno como los diferentes desincentivos y complejidades fijadas desde las interpretaciones y los actos normativos.
Señala que también se suma una desatención y falta de convocatoria hacia una red sectorial que podría ser el principal eje de la bioeconomía del país, fuente de desacarbonización y por consiguiente de aporte a la matriz energética de renovables, y a una transformación cultural para los procesos constructivos.
“Podemos llevar tecnología que aún no existente en el país, son soluciones rápidas y de razonable costo a los déficits de vivienda, especialmente rural”, dijo.
Ahora bien, otro de los focos que permanecen encendidos en este sector se basan en el tema de la deforestación, según Ministerio de Ambiente, durante el 2023 esta actividad se disminuyó entre un 25% y 35%.
Sin embargo, se está poniendo especialmente a casos como el de la región amazónica en donde por
cuenta de grupos armados al margen de la ley y el fenómeno de El Niño, en el primer trimestre del 2024 hay un aumento en las alertas tempranas de deforestación de cerca del 40%.
Según Vásquez, la mejor estrategia para combatir la deforestación desde este sector es incentivando un mayor número de establecimiento de cultivos de plantaciones forestales comerciales.
“Países como Chile, por ejemplo, que son afines esa estrategia, ha desaparecido a ceros los niveles de deforestación, a partir de cultivos que ocupan más de 2,2 millones de hectáreas”, manifestó.
Añadió que con estas alternativas Colombia podría no solo podría suplir su demanda interna, sino que al mismo tiempo encontraría estímulos y modelos de negocio apropiados para que las maderas del bosque natural fueran financieramente viables, y con ello gran parte de las causas de deforestación desaparecerían.
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En materia de comercio exterior se registró que las exportaciones de la red forestal y de la madera alcanzaron en 2023 los US$676 millones, mientras que las importaciones fueron de US$ 1.367 millones.
“El aporte total, incluyendo las transacciones del mercado de carbono que hoy son parte de la ecuación forestal y de madera, alcanzan una contribución al 1,07% del PIB a precios de 2022”, afirmó Vásquez.
Detalló que el país es deficitario en la parte de la industria, especialmente en productos como tableros y papel, pues recaen en la proveeduría de Ecuador.
Así, Colombia actualmente cuenta con un déficit comercial que corresponde a US$731 millones y participa del comercio mundial en tan solo un 0,07%.
Otro punto es que desde el 1 de noviembre del año pasado no es factible exportar madera de Teca a la India por la existencia de una resolución que data de 1996 y cuya aplicación nunca se ha dado en el país.
“Desde entonces la solución está en el Ministerio de Salud quien debe expedir una derogación, a algo que nunca se ha aplicado en el país. No hay voluntad al parecer para que las soluciones dinamicen mercados de exportación”, afirmó.
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Ferias de impulso para el sector de la madera
En medio de las problemáticas que viene alertando el sector de la madera, como muestra de resiliencia anunciaron que volvió al país la feria Interzum en Corferias del 14 al 17 de mayo y se consolida como el evento de procesamiento del recurso industrial y la fabricación de muebles en Colombia.
“Se espera la visita de más de 14.000 personas, los asistentes podrán encontrar máquinas, equipos técnicos y servicios para la industria forestal y la fabricación de muebles y espacios arquitectónicos en interiores; además de experiencias y conocimiento en tendencias que influyen en toda la cadena de valor del sector”, afirman.
Adicionalmente, la feria destaca por su colaboración con aliados en la actualización y conocimiento sectorial como WWF, Fedemaderas e incluso la ONG Saving The Amazon.
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DIANA K. RODRÍGUEZ T.
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