El presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio, dijo el viernes que las recientes protestas antigubernamentales que resultaron mortales estaban destinadas a derrocar a su gobierno.
Se dirigía a la nación por primera vez desde las protestas que provocaron la muerte de seis policías y al menos 21 civiles.
Las protestas se debieron a supuestas dificultades económicas y mala gestión del gobierno del presidente Julius Maada Bio.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, lograron ingresar al aeropuerto de Lungi del país después de que el ejército y la policía intentaran detenerlos sin éxito.
Algunos de los manifestantes exigían que el presidente Bio se fuera.
Luego, los agentes de policía utilizaron gases lacrimógenos y, en algunos casos, armas de fuego para dispersar a las grandes multitudes de manifestantes que lanzaban piedras y quemaban neumáticos en la capital, Freetown, y en varias localidades del corazón norteño de la oposición.
Los residentes acusaron a la policía el miércoles de disparar balas reales contra los manifestantes, lo que provocó enfrentamientos violentos y muertes.
En un comunicado, ECOWAS dijo que “condena enérgicamente la violencia que ocurrió en muchos lugares de Sierra Leona y que ha provocado la pérdida de vidas”.
ECOWAS pidió “a todos obedecer la ley y el orden y que los perpetradores de la violencia sean identificados y llevados ante la justicia, de conformidad con la ley”.
El presidente Bio dijo en su discurso nacional que “Esto no fue una protesta contra el alto costo de vida ocasionado por la actual crisis económica mundial.
“El canto de los insurrectos era por un derrocamiento violento del gobierno elegido democráticamente”, dijo, asegurando que el gobierno investigaría todas las muertes.
ECOWAS y sus socios esperan que no haya una escalada de estos disturbios civiles en Sierra Leona, que no se ha recuperado completamente de su sangrienta guerra civil de 1991 a 2002.
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