En resumen
• El primer ministro Abiy Ahmed revela negociaciones con milicias armadas en la región de Amhara
• La falta de unidad entre los grupos rebeldes se cita como un importante obstáculo para las conversaciones de paz
• El portavoz de la milicia de Fano niega que haya negociaciones en curso con el gobierno
• Un funcionario del consejo de paz de Amhara no estaba al tanto de las conversaciones de paz formales
ADÍS ABEBA, ETIOPÍA– En una revelación sorprendente, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció el viernes que su gobierno ha estado entablando negociaciones con milicias armadas en la región de Amhara, con el objetivo de resolver pacíficamente el conflicto en curso. Esta revelación, realizada durante una reunión con líderes financieros en Adís Abeba, arroja nueva luz sobre los esfuerzos para estabilizar la problemática región.
En amárico, el Primer Ministro Abiy dijo a los presentes: «No he revelado nada todavía, pero quiero que sepan que ha pasado un tiempo desde que iniciamos conversaciones con los grupos armados que operan en la región de Amhara». Sin embargo, destacó un desafío importante en el proceso de paz: la falta de un frente rebelde unificado. «El problema hasta ahora es que no hay un grupo centralizado. Cuando llegamos a un entendimiento con un grupo, no estamos de acuerdo con el otro», explicó.
En su declaración, el primer ministro indicó que el gobierno ha estado trabajando para crear condiciones propicias para unas conversaciones más amplias, alentando a los distintos grupos armados a unirse. «Hemos iniciado conversaciones con algunos de los grupos; hay grupos que han iniciado conversaciones continuas con el gobierno», afirmó Abiy. Sin embargo, no especificó qué grupos armados participaron en estas conversaciones ni cuándo comenzaron.
Este anuncio se produce en el contexto de un conflicto que dura ya un año y que estalló tras conocerse que el Gobierno tenía previsto desarmar a las fuerzas paramilitares regionales e integrarlas en otras estructuras de seguridad, incluido el ejército federal. Los combates han involucrado principalmente a la milicia Fano, un grupo étnico amhara sin estructura formal que opera en diferentes partes de la región amhara.
Curiosamente, un portavoz de uno de los grupos armados de Fano ha negado que haya negociaciones en curso con el gobierno. Simeneh Mulatu, jefa del departamento de asuntos exteriores y de la diáspora de las milicias de Fano en Gojjam, dijo a la VOA que no han entablado conversaciones ni negociaciones con el gobierno. Esta contradicción plantea interrogantes sobre el alcance y la naturaleza de las negociaciones mencionadas por el primer ministro Abiy.
Para complicar aún más la situación, un funcionario del consejo de paz de la región de Amhara, creado en junio, parece no tener conocimiento de ninguna conversación de paz formal. Eyachew Teshale informó a la VOA que no tienen conocimiento de que haya negociaciones en curso entre el gobierno y el grupo armado Fano.
Las discrepancias entre la declaración del primer ministro y las negaciones de los funcionarios rebeldes y regionales ponen de relieve la naturaleza intrincada y potencialmente fragmentada de los esfuerzos de paz en la región de Amhara. También ponen de relieve los desafíos que enfrenta el gobierno etíope en sus intentos de resolver el conflicto mediante el diálogo.
Este acontecimiento en Amhara se produce en el contexto de una serie de iniciativas más amplias de consolidación de la paz en Etiopía. En noviembre del año pasado, el Gobierno mantuvo conversaciones con otro grupo rebelde, el Ejército de Liberación Oromo, que lucha en la región de Oromiya. Sin embargo, esas conversaciones, que tuvieron lugar en Tanzania, no lograron reducir las diferencias entre las dos partes.
Mientras Etiopía sigue lidiando con múltiples conflictos regionales, la revelación de estas conversaciones en Amhara representa un paso potencialmente significativo hacia la paz. Sin embargo, los relatos contradictorios y la aparente falta de un frente negociador unificado entre los rebeldes sugieren que el camino hacia la solución sigue siendo complejo y desafiante.
La comunidad internacional y los actores regionales seguirán de cerca cómo se desarrollan estas supuestas negociaciones y si pueden conducir a una paz sostenible en la región de Amhara y contribuir a una estabilidad más amplia en Etiopía.