Por Arathy Somasekhar
HOUSTON (Reuters) – Los puertos a lo largo de la costa de Texas comenzaron a cerrar o restringir el tráfico de embarcaciones el domingo para prepararse para la tormenta tropical Beryl, que se espera que se fortalezca nuevamente a un huracán de categoría 1 antes de golpear el área a última hora de la noche.
La tormenta, que en un momento dado se intensificó hasta convertirse en un huracán de categoría 5, dejó un rastro mortal de destrucción en todo el Caribe. Pasó por Jamaica, Granada, San Vicente y las Granadinas, además de provocar fuertes lluvias en el norte de Venezuela.
El puerto de Corpus Christi dijo que estaba cerrado después de que el capitán de la Guardia Costera estableciera la condición «Zulu» el domingo. Ningún barco puede ingresar, transitar o permanecer sin el permiso del capitán, ya que se esperaban vientos huracanados dentro de 12 horas.
Corpus Christi, a unos 322 kilómetros de Houston, es el principal centro de exportación de petróleo crudo de Estados Unidos. El cierre de los puertos podría provocar una interrupción temporal de las exportaciones de petróleo crudo, los envíos de petróleo crudo a las refinerías y los combustibles para motores de esas plantas.
Mientras tanto, los puertos de Houston, Galveston, Freeport y Texas City se encontraban bajo la condición «Yankee». Como se pronosticaban vientos huracanados en las próximas 24 horas, se suspendió todo el tráfico de buques entrantes en estos puertos.
(Reporte de Arathy Somasekhar en Houston; editado por Chizu Nomiyama)