Cuando la gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, firmaba el decreto que reglamentará la ley seca a partir de las 12 del día de este viernes, en todo el Valle del Cauca, el grupo cazacovid-19 detectó a un enfermo que en Cali había salido a una droguería y habría contagiado a una decena de personas, tanto en su propia vivienda como a unos vecinos.
Los cazacovid-19 son funcionarios de la Secretaría de Salud de la ciudad que buscan ubicar a aquellos enfermos por coronavirus que infringen el aislamiento preventivo obligatorio para que no contagien a nadie más.
Es por esta desobediencia que la gobernadora Roldán determinó la ley seca para este fin de semana, cuando se celebrará el Día de la Madre.
Por ello, la medida irá desde el mediodía del viernes hasta las 6 de la mañana de este lunes, con el fin de que la población comprenda que pese al deseo de socializar, la pandemia sigue haciendo estragos y el Valle del Cauca es la segunda región de todo el país con más casos de pacientes por este letal virus.
“Este es un fin de semana en el que todos celebraremos la existencia de nuestras madres y abuelitas, pero son ellas, las que más protección necesitan en este momento. Este fin de semana, el regalo para nuestras madres es hacer una videoconferencia, todos desde nuestras casas en cuarentena, para expresarles el amor que les tenemos”, dijo la mandataria de los vallecaucanos.
Entre tanto, los cazacovid-19 hablaron con el paciente que, al parecer, no sabía que tenía coronavirus y que contagió a los moradores de su casa.
El hombre habría sostenido que si hubiera sabido, “hubiera tomado más precaución”. Este caso se detectó en la comuna 14, en el Distrito de Aguablanca. Allí, en esta zona del oriente caleño,
“No sabía que estaba contagiado. Seguí la vida normal, contagié a mi esposa, que es asintomática y luego a los que viven en el piso de arriba”, dijo el paciente a quien los cazacovid-19 recalcaron los cuidados en su hogar y, sobre todo, mantenerse rigurosamente aislado.
Le enfatizaron en que no puede salir a la calle porque contagia a otras personas.
El alcalde de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal, no tuvo otra opción que la de decretar el toque de queda y la ley seca en el puerto.
Después de un consejo de seguridad, Vidal reiteró que la población ha sido desobediente, pese a la orden del aislamiento preventivo obligatorio del Gobierno Nacional, pues el Ministerio de Salud mantiene su preocupación, debido al aumento de casos de enfermos por coronavirus que se acercaban a los 8.000 en el país y de las personas que han muerto por esta enfermedad.
“Las medidas restrictivas están dirigidas a combatir el coronavirus y por otro lado, la delincuencia que nos ha generado un número importante de asesinatos en Buenaventura”, sostuvo el alcalde Vidal.
Anotó que el aumento de la violencia, igual que pacientes por la pandemia se ha registrado en los barrio Antonio Nariño, Cascajal y Cristóbal Colón, todos en la comuna 11. El alcalde Vidal señaló que Buenaventura tiene más de 1.300 comparendos por infractores que han violado la cuarentena.
“Vamos a seguir sancionando a los infractores con medidas pedagógicas y con dinero, sin olvidar que la reiteración de la infracción las personas podrían estar siendo procesadas por penas entre cuatro y ocho años”, sostuvo el mandatario de este distrito turístico, donde iban dos muertes por covid-19 y más de 36 contagiadas hasta la mañana de ayer.
La medida también se conoció, cuando algunos habitantes de La Barra, Ladrilleros y Juanchaco pidieron mercados y elementos de aseo para poder cumplir con la cuarentena.
“Por favor no nos desampare, también pertenecemos a Buenaventura”, solicitaron algunos porteños de esta zona a la Alcaldía de este distrito. Pidieron mejor dotación en el puesto de salud.
El decreto firmado por el alcalde de Buenaventura prohíbe, además, el consumo de bebidas embriagantes en espacios abiertos y locales. Sin embargo, sí está permitida la venta de licor.
CALI