Finalmente la decisión de aplazar los partidos de las fechas 5 y 6 de las eliminatorias al Mundial de Catar 2022 se confirmó este sábado, y parece ser lo más conveniente y sensato en un periodo de serias dificultades para los seleccionados suramericanos en época de pandemia, y por la negativa férrea de los clubes europeos para ceder a los futbolistas. Ahora, hay que esperar a que la Fifa y la Conmebol encuentren una ventana para ponerse al día con estas fechas aplazadas. El calendario no es fácil.
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El viernes se reunieron las federaciones y no resolvieron nada. La Conmebol presionó a la Fifa para que tramitara ante Europa, los clubes y los gobiernos, pero no hubo conclusión, así que aplazaron la decisión por 24 horas, para resolver finalmente que los partidos se suspenden. “La decisión obedece a la imposibilidad de contar en tiempo y forma con todos los jugadores sudamericanos”, dijo la Conmebol en Twitter.
Colombia tenía que recibir a Brasil el 26 de marzo y visitar a Paraguay el 30.
La principal dificultad para seguir con la programación normal de la eliminatoria fue sin duda la postura de los clubes europeos, principalmente los ingleses, a no ceder a los futbolistas suramericanos a sus selecciones, debido a que estos a su regreso debían guardar cuarentena de mínimo 10 días. Los equipos dijeron no, un no rotundo, anunciado por entrenadores como Pep Guardiola, del Manchester City, o Klopp, del Liverpool, y con el aval de la Fifa, que les dio esa potestad en época de pandemia. Y las Federaciones, pese a la presión que hicieron, tuvieron que resignarse a no jugar por ahora, en una clara derrota política de la Conmebol frente a los europeos. Tanto así que el presidente de la federación, Ramón Jesurún, admitió en ‘Caracol Radio’: ‘No podemos aceptar que las eliminatorias sean condicionadas’.
¿Cuándo se jugará? La Fifa y la Conmebol iniciarían esta semana mesas de trabajo para buscar una solución. Por ahora hay tres opciones: pegar estos partidos aplazados a la Copa América de mitad de año; ampliar la ventana en septiembre, octubre o noviembre de este año con jornadas triples y no dobles, o buscar un espacio en el mes de diciembre o incluso en el 2022.
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A favor para Colombia
Con la decisión del aplazamiento, hay varios puntos por analizar en términos de la conveniencia para Colombia. Primero, la Selección hubiera tenido bajas sensibles para estos partidos debido a las medidas adoptadas en Reino Unido, y otros países de Europa, por temas de covid-19. Es así como perdía la posibilidad de contar con James Rodríguez, el ícono del equipo. Tampoco hubieran podido venir los defensores titulares, Yerry Mina (Everton) y Dávinson Sánchez (Tottenham), así como el volante Jéfferson Lerma (Bournemout).
Al ser una medida del Reino Unido, se caería también la convocatoria de Alfredo Morelos, que juega en el Rangers de Escocia. Esto sin contar que las medidas se pueden extender a otros países, como España e incluso Italia. Lo que hubiera obligado, en últimas, a que las selecciones hicieran convocatorias casi que locales.
Segundo. Que se aplacen los partidos también le permite al técnico Reinaldo Rueda recuperar a futbolistas que vienen aquejados por lesiones, o en etapa de recuperación. Hay casos como el de Duván Zapata, quien debe retomar el buen ritmo que traía; así mismo es el caso de Juan Guillermo Cuadrado, jugador clave y ayer al fin volvió a jugar con Juventus, tras varios días de baja. El portero David Ospina recién está retomando prácticas con el Nápoles. El defensor Yerry Mina aún sigue ausente, y ahora hay preocupación por James, que no ha estado en los últimos partidos del Everton. El aplazamiento le da un aire a la Selección en ese aspecto.
Como tercer punto, la decisión evita que Colombia pierda la posibilidad de jugar en Barranquilla frente a Brasil. El partido no se hubiera podido jugar en el país, ya que por ahora no están autorizados los vuelos desde ese territorio, a causa de la nueva cepa brasileña del covid-19, tal como lo señaló desde el viernes el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
El tema de la sede es clave, más allá de que el partido sea a puerta cerrada, por las condiciones climáticas a las que Colombia quiere sacarle ventaja ante el rival más fuerte de la eliminatoria. Una de las propuestas de la Fifa, y que fue descartada por la Conmebol, era jugar en sedes en Europa, lo que hubiera afectado la hipotética ventaja de jugar en casa ese partido.
El cuarto punto es tener viva la posibilidad de contar con público, tal como se ha pedido desde la Federación Colombiana de Fútbol. Ahora, dependiendo de las nuevas fechas, quizá se abra una ventana para que el Gobierno autorice una porción de público, tal como se estudia para la Copa América. Jugar con hinchas en el Metropolitano sería un punto a favor para Colombia.
En contra
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Los aspectos en contra, sin embargo, son traumáticos para todas las selecciones. El principal punto es que no existen muchas fechas en el apretado calendario internacional, teniendo en cuenta que a mitad de año está programada la Copa América. Así que el aplazamiento pone en aprietos a la Fifa, que tendrá que barajar para resolver semejante lío y tenerlos contentos a todos, incluyendo a los clubes europeos, que ya le ganaron esta batalla política a la Conmebol.
Por otro lado, se desaprovecha una posibilidad de enfrentar a un Brasil en serios problemas, por la situación actual de su estrella Neymar, que está saliendo de una lesión. Además, tiene una lista grande de ausencias en estos momentos por las mismas restricciones en Europa. Así las cosas, cuando se juegue el partido, más adelante, seguramente Brasil contará con su nómina más poderosa, con Neymar a la cabeza. Eso siempre será un peso.
Además, se aplaza el estreno de Reinaldo Rueda en el cargo como seleccionador de Colombia, tras la salida de Carlos Queiroz. Y el problema no es que se demore el estreno un poco más, sino que igual este tiempo no lo podría aprovechar Rueda como quisiera, porque en el mundo siguen las restricciones y las dificultades para poder visitar a los futbolistas o para reunirlos. Así las cosas, el trabajo seguirá siendo virtual o con microciclos con futbolistas locales. Se mantendrá un estancamiento para el seleccionado, que está iniciando proceso, y se demorará el encuentro del DT con los jugadores del exterior, a los que no ha podido ver en persona…
Por otro lado, el equipo colombiano llegará al torneo continental, en el que será uno de los anfitriones, con solo dos partidos oficiales encima, los de las fechas 7 y 8 de la eliminatoria, si es que estos se pueden llevar a cabo en junio. Todo eso afecta, y más si se tiene en cuenta que el equipo quedó golpeado tras las pasadas y abultadas derrotas con Uruguay y Ecuador.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
@PabloRomeroET
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