La licitación para el suministro, fabricación y distribución de pasaportes sigue sumando capítulos a su historia.
Tanto el Gobierno Nacional como el canciller encargado Luis Gilberto Murillo han señalado que, a pesar de que se cayó la resolución que declaró desierto el primer proceso de adjudicación, el contrato no se le va a entregar a la empresa Thomas Greg. Precisamente, esa postura derivó en que la Comisión Segunda del Senado citara a Murillo para que explique qué va a pasar con el caso.
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Sin embargo, el tema va más allá de la situación entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el actual proveedor.
El diario EL TIEMPO pudo conocer las alertas que varias de las empresas interesadas en participar en la nueva licitación han emitido respecto al proceso, el cual actualmente se encuentra suspendido. Estas se centran en las preocupaciones que hay en torno al tiempo disponible para firmar otro contrato.
Cabe recordar que ya han transcurrido 18 días desde que el ministerio tomó la determinación de ponerle pausa a la segunda licitación bajo el argumento de que se iban a analizar e incorporar las observaciones que se realizaron respecto al pliego de condiciones.
Respecto al tema, una de las compañías que contempla formar parte del proceso le comentó al medio que «el proceso de la segunda licitación está literalmente agonizando. En siete meses se vence el contrato que se le otorgó a Thomas Greg por urgencia manifiesta y los tiempos no dan».
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A esto se le suman otros reparos en los que se menciona que en la urgencia manifiesta que le permitió al canciller Álvaro Leyva (actualmente suspendido) entregarle el contrato a Thomas Greg se considera y establece explícitamente que debe haber un tiempo prudencial para la implementación de la expedición de pasaportes. Este periodo, según el informe que presentó la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci), debería ser de mínimo siete meses.
De hecho, compañías como Accesos Holográficos Sucursal Colombia, le pidieron a la Cancillería respetar los tiempos mínimos de implementación y rechaza lo establecido en el pliego que está congelado, el cual establece un rango de cinco meses.
«Este tiempo de implementación establecido de cinco meses es supremamente riesgoso por no decir imposible de cumplir por un tercero diferente al actual proveedor», señaló la empresa.
Las advertencias en torno a la falta de tiempo también se basan en que esto podría traducirse en un factor de favorecimiento para el actual contratista, es decir, Thomas Greg.
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Pasaportes.
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Por parte de la Imprenta Nacional también se ha realizado esta observación. De hecho, la firma le envió una carta al Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores en la que se asegura que el plazo de cinco meses va en contra del informe de la OACI.
«Un tiempo de implementación inferior a siete meses claramente solo favorece al actual proveedor al tener ya implementada la solución, dejando a los demás proponentes en total desventaja competitiva o, más aún, por fuera del proceso, como lo es en nuestro caso», señala el documento.
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EL TIEMPO – UNIDAD INVESTIGATIVA