Redacción
Para dar un ejemplo de lo anterior, Google, Amazon, Microsoft, Facebook y Apple, registran un ingreso igual o mayor al de un país al lograr un crecimiento exponencial a partir de la pandemia por Covid-19, gracias a esto ahora son llamados los gigantes de la industria digital, luego de que las personas dedican gran parte de su tiempo para la compra-venta de productos.
Las ventas netas de Amazon en 2020 fueron de 386,064 millones de dólares, cifra casi equivalente al valor total la Bolsa Mexicana de Valores (399, 617 millones de dólares); Apple obtuvo 275, 515 millones de dólares, una ganancia de 9.88% con respecto a 2019 (con 267, 683 millones de dólares); y los ingresos de Microsoft fueron de 143, 015 millones de dólares, el triple de la deuda externa de Etiopía (que asciende a 53, 449 millones de dólares).
De acuerdo con Mateo Cruz, en el pasado estas firmas generaron necesidades en el público, las cuales tienen que ver con un mundo hiperconectado gracias a los dispositivos móviles, sitios y plataformas, mediante los cuales, inclusive, es posible controlar con la huella digital entornos físicos en oficinas y hogares.
La Asociación de Internet MX revela que en 2019 se reportaron 83 millones de usuarios de la red, de ellos 74% son mayores de edad y ocho de cada diez refirieron realizar alguna compra en línea, cifras que se incrementaron considerablemente en el 2020.
Difícilmente, precisó, la aceleración a la vida digital será frenada porque las tecnologías y la hiperconectividad a internet son ahora indispensables para actividades que no se pueden realizar de forma presencial. Sin embargo, los usuarios deben recordar que éstas son sólo herramientas que consumen nuestro tiempo, pero se requiere tiempo para nosotros como personas.
El dinero electrónico llegó para quedarse
Otro ejemplo viene con el dinero electrónico, evitar largas filas en las sucursales de los bancos para pagar un recibo de agua o luz, cobrar el sueldo en un cajero automático y realizar compras o transferencias bancarias por medio de la computadora o el teléfono celular, son nuevas modalidades financieras que llegaron para quedarse y en las que no hay marcha atrás.
De acuerdo con Monika Ribeiro de Freitas Meireles, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, aunque un amplio sector de la población no tiene acceso a estas alternativas, la tendencia en el mundo es hacia su uso y expansión; es innegable que estos servicios financieros se incrementaron con la pandemia, pues promueven el aislamiento físico y la distancia social.
“El dinero electrónico puede ser entendido como el movimiento con tarjetas, en línea, del dinero que nosotros siempre estuvimos acostumbrados a usar. El peso que uno deposita en efectivo en el banco y eso se circula con la tarjeta de débito o de crédito. Fue el primer paso de la revolución electrónica dedicado a ese circuito de las finanzas”, explicó.
Hoy ese tipo de dinero aumentó su nivel, ahora también se refiere a tres temas o categorías que involucran la innovación tecnológica, los sistemas de pagos y las finanzas: el dinero electrónico, la moneda digital y la criptomoneda. Es un entrecruce entre finanzas, innovación tecnológica, computadoras, internet y minería de datos.
Para la investigadora aún falta popularizar el uso del dinero electrónico para hacerlo llegar a un sector más amplio de la sociedad, en especial a los marginados. Tenemos escasa educación financiera y por ello falta generar confianza en el uso de las nuevas tecnologías.
“Tener el dinero físico nos da más seguridad, pero está en desuso. A nivel de países como los latinoamericanos existen obstáculos con problemas estructurales, pero el uso electrónico del dinero no tiene marcha atrás, es un cambio que llegó para quedarse”, concluye.
kg
