La Fiscalía reveló conversaciones producto de interceptaciones a Roberto Prieto con las que pretende mostrar que trató de interceder en las investigaciones y que, por lo tanto, es necesaria una medida de aseguramiento en establecimiento carcelario para que este no interceda en el proceso.
Una de ellas, por ejemplo, es con el empresario Eduardo Zambrano, también imputado en el caso. Ahí hablan del proceso que se lleva en contra de ambos y de las declaraciones de los brasileños de Odebrecht en su contra.
En otra de las conversaciones, Prieto habla con Liliana Baena, quien, al parecer, trabajaría en la campaña del entonces candidato Juan Manuel Santos. En esa, según la Fiscalía, comenta sobre unos documentos que, finalmente, le pide que borre.
Según el fiscal del caso, no pudieron encontrar esos documentos porque Prieto los borró ya que “quería esconder tal información”.
El próximo 15 de mayo se conocerá si envían o no a la cárcel a Roberto Prieto, pues la fiscalía lo acusa de tráfico de influencias, interés indebido en la celebración de contratos, enriquecimiento ilícito, falso testimonio y falsedad en documento privado.
Los hechos son dos: sus actuaciones relacionados con Odebrecht y la campaña de Juan Manuel Santos y por beneficiar a algunas empresas en el proyecto Ruta del sol III.
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